Una guía turística en Barcelona utiliza un método innovador y polémico para realizar su trabajo en la ciudad. Esta guía de Barcelona «insulta» a los turistas para generar en ellos conciencia y respeto por el lugar que están visitando.
La mujer eligió esta estrategia, no con ánimos de ofender, sino que con la intención de que cada extranjero haga un uso consciente del espacio que están visitando, respetando los sitios que conocen y a sus ocupantes.
Cómo es el método polémico de la guía de Barcelona
Aunque puede resultar chocante, esta guía turística eligió una forma de hacer su trabajo y lograr impacto en los turistas que requieren de sus servicios. «Tienen que saber que su visita genera un impacto en los lugares. Comencé a escuchar que mis amigos me dicen ‘odio a los turistas’ ¿Cómo me siento yo si vivo del turismo?’ me siento muy mal», es parte del discurso de esta mujer que se hizo viral en redes sociales.
«Los turistas sienten que su ciudad ha sido invadida, que han perdido su espacio», dijo la guía turística Silvia a Noticias Cuatro sobre su forma particular de desenvolverse en el trabajo. De esta manera, esta persona pretende ser parte de la solución de esa «molestia» que sienten los lugareños cuando ven llegar un gran afluente de turistas que copan las calles y dejan también suciedad y desmadres en todos lados. Este método también anima a que muchos grupos de visitantes consuman en los locales, alentando al comercio interno y la gastronomía.
Barcelona y más: las ciudades que más odian a los turistas
A pesar de que el turismo es la principal fuente de ingresos en la economía de un país, algunas ciudades desalientan la llegada de turistas y no quieren tener que convivir con ellos. Según la revista Time Out hay lugares en los que se trata de impedir el ingreso de afluentes de extranjeros y Ámsterdam es uno de ellos. Mediante una campaña que se realizó en 2023, las autoridades desalentaron a los viajeros que realizan desmadres mediante fiestas y excesos. Durante la publicidad se insta a que posibles visitantes “se mantengan alejados”.
Barcelona es otro de los sitios que «repele» a los extranjeros que vacacionan en ellos. En 2022 se tomaron medidas para limitar el número de visitantes, entre ellas restricciones al tamaño de los grupos turísticos y al ruido. Para las autoridades esto se convirtió en un desafío en Barcelona, que intentará limitar aún más el número de visitantes para garantizar una mejor calidad de vida a los habitantes de la densamente poblada capital catalana.
