Combate infecciones con este milagroso aceite de orégano casero: Cómo prepararlo

El orégano es una especia ampliamente conocida en el mundo de la gastronomía por su delicioso aroma y sabor, sin embargo sus beneficios van mucho más allá de la cocina, pues tiene propiedades medicinales que pueden ayudar a tratar diversas condiciones, además de ser un gran coadyuvante para las infecciones. Por eso, muchos recomiendan consumir su aceite y aquí te diremos cómo prepararlo.

El aceite de orégano se ha convertido en un remedio natural muy popular para tratar diversos malestares y su consumo suele ser recomendable para incluir dentro de los planes de alimentación. De hecho, muchas personas lo eligen como la alternativa natural ideal para atender diversas infecciones en conjunto con la medicina tradicional.

Así puedes preparar aceite de orégano para combatir infecciones

Así puedes preparar aceite de orégano para combatir infecciones

Esta receta es muy sencilla y solo necesitarás media taza de hojas de orégano fresco, media taza de aceite de oliva almendras o de semillas de uva y un frasco de vidrio con tapa hermética. Para la preparación debes lavar muy bien las hojas de orégano, luego colócalas en el frasco de vidrio y vierte el aceite seleccionado hasta cubrir completamente las hojas. Tapa muy bien el frasco hermético y agítalo. Deja macerar el aceite en un lugar oscuro y fresco durante dos o tres semanas.

En este periodo, los compuestos beneficiosos del orégano se infundirán en el aceite y todas sus propiedades se concentrarán de mejor manera. Durante este tiempo, puedes agitar el frasco de vez en cuando para mejorar el proceso. Transcurrido el tiempo, debes filtrar el aceite, puedes usar un colador de malla fina para separar las hojas del aceite y así estará listo para usar y combatir las infecciones en cualquier momento que lo requieras.

¿Cómo debemos usar el aceite de orégano contra las infecciones?

¿Cómo debemos usar el aceite de orégano contra las infecciones?

Es importante entender que el aceite de orégano puede utilizarse como un complemento de los tratamientos médicos tradicionales. En el caso de las infecciones respiratorias, puedes agregar unas gotas de aceite de orégano a un difusor o vaporizador para inhalar los vapores beneficiosos. También pueden añadirse unas gotas en agua tibia para hacer gárgaras.

Recuerda que, aunque los remedios naturales pueden ser de gran ayuda, en caso de presentar algún síntoma de infección es indispensable asistir a un médico especialista que pueda realizar los estudios y evaluaciones pertinentes, así como recetar el tratamiento más adecuado según sea el caso. En este sentido, el aceite de orégano es ideal para calmar los síntomas y potenciar los efectos del tratamiento.