Felipe VI, el actual monarca de España, se encuentra en una situación compleja en el Palacio de la Zarzuela. Los Borbones, como cualquier otra familia, tienen sus propios problemas, pero con la diferencia de que los suyos se desarrollan bajo la atenta mirada pública y con recursos económicos considerables.
En la temporada estival, la residencia real se convierte en el hogar de parientes que buscan refugio con cualquier pretexto. Este verano, Felipe VI y la reina Letizia han tenido que gestionar no solo sus tensiones matrimoniales, sino también la afluencia de familiares.
2Felipe VI insiste en que sus sobrinos deben hacer algo productivo
Cristina de Borbón, aunque sigue oficialmente expulsada de la familia real y no se ha reconciliado con Felipe VI, ve cómo sus hijos, Miguel e Irene, son aceptados en Zarzuela. La presión de la reina emérita Sofía ha jugado un papel importante en esta decisión. A pesar de esto, Felipe VI insiste en que sus sobrinos deben aparentar que están haciendo algo productivo.
Miguel Urdangarin, por ejemplo, ha sido descrito como alguien que está ampliando sus conocimientos a través de unas prácticas no demasiado exigentes en Ciencias del Mar. Aunque no se trate de una ocupación profesional o compleja, se considera una forma de aprender sobre la vida.
Irene Urdangarin, por su parte, ha vuelto de Camboya para completar sus estudios y obtener el carné de conducir. La joven planea comenzar estudios superiores en el Reino Unido a partir de septiembre. Mientras tanto, reside en Madrid, cerca de su nuevo novio, Juan Urquijo. Aunque algunos medios afirman que los sobrinos de Felipe VI están en un año sabático, la realidad es que están intentando encontrar un equilibrio entre su vida personal y las expectativas puestas sobre ellos.
