Una organización internacional de robo y falsificación de coches de lujo ha sido desarticulada

La Guardia Civil ha llevado a cabo la desarticulación de una red especializada en el robo y falsificación de vehículos de alta gama en España, para luego trasladarlos a países como Mauritania, Senegal, Polonia o Ucrania y comercializarlos como vehículos de ocasión en el mercado legal. Esta operación, denominada ‘Z-Babilonia’, ha culminado con la detención de 25 personas, distribuidas principalmente en territorio español, pero también en Francia y Polonia.

La Operación ‘Z-Babilonia’: los detalles y alcance del fraude

La investigación se puso en marcha en noviembre de 2021, cuando se detectó el envío de vehículos sustraídos en Madrid hacia un puerto francés. Los coches afectados eran modelos híbridos de alta gama, con matrículas francesas falsificadas que simulaban procedencia legal. La Guardia Civil ha destacado que estos vehículos no presentaban signos de forzamiento, lo que indicaba un nivel de sofisticación extremo por parte de la organización delictiva.

Dos de los cabecillas identificados por la Unidad Central Operativa (UCO), ambos de nacionalidad marroquí y con residencia en Málaga y Madrid, se encargaban de seleccionar los vehículos a robar en base a la demanda del mercado, proporcionar matrículas falsas, documentación adulterada y números de bastidor para ser modificados.

La organización criminal hacía uso de herramientas informáticas y softwares desarrollados internamente para vulnerar los sistemas de seguridad de los fabricantes de los vehículos, permitiéndoles así sustraer los automóviles sin dejar rastro de forzamiento. Tras un periodo de inactividad para evitar la localización geográfica de los coches, alteraban los registros físicos, números de bastidor y elementos identificativos para camuflarlos como vehículos legales en Francia.

El traslado y venta de vehículos robados: una red compleja y sofisticada

Una vez modificados los vehículos, la organización contaba con empresas de transporte de automóviles por carretera, mayoritariamente españolas y lituanas, para llevar los coches a puertos franceses donde eran embarcados con destino a Mauritania o Senegal. Algunos miembros del grupo se encargaban de llevar los vehículos hasta Polonia, donde posteriormente eran introducidos en el mercado de compraventa de vehículos de ocasión.

El éxito gracias a la colaboración internacional y a la labor conjunta

La Guardia Civil resalta que el alto nivel de falsificación de los elementos identificativos en los vehículos permitía a la organización esquivar los controles policiales y aduaneros tanto dentro como fuera de la Unión Europea. El éxito de la operación ha sido posible gracias a la colaboración de los países afectados y al trabajo coordinado entre un equipo de investigación en el marco de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust) y la Oficina Europea de Policía (Europol).

En Francia, se identificó a un individuo de nacionalidad mauritana, con antecedentes delictivos similares, como el responsable principal de coordinar las documentaciones falsas, contratar seguros para los vehículos y gestionar su envío a África. Este individuo contaba con un colaborador de confianza, un ciudadano marroquí residente en Bruselas, que se ocupaba de resolver cualquier incidencia relacionada con el robo, transporte y comercialización de los vehículos tanto dentro como fuera de la Unión Europea.