La productividad es un factor clave para el crecimiento económico de un país. Lamentablemente, España presenta un diferencial negativo con la Unión Europea en esta materia, lo que supone un reto importante a afrontar. Es por ello que la creación del Consejo de Productividad se vuelve fundamental para entender la evolución de este indicador y diseñar políticas públicas que permitan su mejora.
El Consejo de Productividad tendrá un papel crucial en el análisis y diagnóstico de la productividad y competitividad de la economía española. A través de sus informes, dictámenes y trabajos, proporcionará a los poderes públicos un amplio catálogo de medidas que les permitirá adoptar políticas orientadas a fomentar la productividad y competitividad del país. Este organismo contará con autonomía funcional y una composición paritaria, lo que le dotará de la independencia y la diversidad necesarias para cumplir con su mandato de manera efectiva.
EL CONSEJO DE PRODUCTIVIDAD: SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES
El Consejo de Productividad será un organismo con autonomía funcional y un mandato de cinco años, lo que le permitirá desarrollar su labor de manera independiente y a largo plazo. Su composición será paritaria y contará con la participación de expertos de reconocido prestigio en el ámbito económico, tanto del sector público como del privado.
La presidencia del Consejo será nombrada por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, mientras que la vicepresidencia recaerá en la persona titular del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Además, formarán parte del Consejo representantes de diversos ministerios, del Banco de España y del Consejo Económico y Social.
LAS FUNCIONES DEL CONSEJO DE PRODUCTIVIDAD
Entre las principales funciones del Consejo de Productividad se encuentran la elaboración de análisis económicos y estadísticos, así como la emisión de opiniones públicas orientadas a la evaluación y diagnóstico de la productividad y la competitividad de la economía española. Estos informes y trabajos servirán de base para que los distintos niveles de la Administración puedan adoptar políticas que favorezcan estos aspectos.
Además, el Consejo tendrá autonomía en la elaboración de su plan de trabajo y en la detección de ámbitos de estudio relevantes, lo que le permitirá adaptarse a las necesidades cambiantes y abordar los temas más importantes en cada momento.
LA PARTICIPACIÓN DE SINDICATOS Y PATRONALES
Si bien los sindicatos y las organizaciones empresariales más representativas a nivel estatal participarán en el Consejo, lo harán sin derecho a voto. Su presencia se enmarca en la búsqueda de una perspectiva más diversa y enriquecedora, que permita tener en cuenta los intereses de los diferentes actores involucrados en la productividad y la competitividad de la economía española.
EL OBJETIVO: IMPULSAR EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
La creación del Consejo de Productividad responde a una recomendación del Consejo de la Unión Europea, que insta a los Estados miembros a contar con un organismo encargado de analizar y diagnosticar la evolución de la productividad y la competitividad, con el fin de fomentar la aplicación de reformas que incidan en su mejora y, de forma adicional, en un mayor crecimiento económico.
En el caso de España, este nuevo organismo será fundamental para entender las causas del diferencial negativo que presenta el país con respecto a la Unión Europea en materia de productividad, y diseñar las políticas públicas necesarias para cerrar esa brecha y impulsar el crecimiento económico a largo plazo.
Con su autonomía funcional, su composición diversa y su mandato a cinco años, el Consejo de Productividad se perfila como una herramienta clave para **mejorar la *productividad* y la competitividad de la economía española**, lo que redundará en un *mayor desarrollo y bienestar* para el conjunto de la sociedad.
