CEE secunda a los obispos de Canarias y apuesta por la acogida de menores migrantes por parte del resto de comunidades

La Iglesia Católica Española, a través de los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española (CEE), se ha sumado a los llamamientos de los obispos de las Diócesis de las Islas Canarias para hacer un llamado a la solidaridad del resto de Comunidades Autónomas en la acogida de menores migrantes.

En una carta pública, los obispos expresan su preocupación por la realidad migratoria que están experimentando las Islas Canarias y exhortan a las comunidades cristianas a promover la cultura de hospitalidad y a estar dispuestas a colaborar en la búsqueda de soluciones. Además, hacen un llamamiento a las Comunidades Autónomas a la apertura y a la solidaridad interterritorial para afrontar esta contingencia humanitaria, especialmente en relación con menores y jóvenes migrantes no acompañados.

Fomentar una «Cultura del Encuentro»

Los obispos recalcan la necesidad de fomentar una cultura del encuentro que ayude «a crecer como humanidad». En este sentido, rechazan la instrumentalización ideológica y los discursos alarmistas que puedan tener lugar en torno a menores migrantes o al complejo fenómeno de las migraciones, y recuerdan que el repunte migratorio responde a un contexto internacional de falta de seguridad y futuro en dignidad en muchos países, condicionados por diversos factores como los desequilibrios del comercio internacional, las guerras inducidas, la falta de bienestar de la población y el lucro en torno al comercio de armas y el tráfico de personas.

Por ello, hacen un llamado a todos para crear la cultura del encuentro, superar la fobia al extranjero, luchar contra las mafias y favorecer el desarrollo de los países de origen. Como afirma la Encíclica Fratelli Tutti, se trata de realidades globales que requieren acciones globales, evitando una «cultura de los muros» que favorece la proliferación de mafias, alimentadas por el miedo y la soledad.

Apertura y Solidaridad Interterritorial

Los obispos de las Diócesis de Canarias se muestran conscientes del «esfuerzo extraordinario» de los gobernantes y de la sociedad canaria, pero a su vez, observan que los centros de acogida «vuelven a estar saturados y la insuficiencia de infraestructuras dificulta una acogida digna y acorde con los derechos humanos de las y los menores no acompañados».

En este sentido, alientan al diálogo y las iniciativas promovidas entre diferentes administraciones públicas para materializar la solidaridad interterritorial e invitan a todos los gobiernos autonómicos a seguir abriendo caminos que favorezcan modelos de acogida integral destinados a promover la capacitación laboral y la integración de estos jóvenes.

Finalmente, los obispos se encomiendan a la Virgen María para confiarle las esperanzas de todos los menores migrantes y refugiados, y pedir su intercesión por quienes murieron en el océano, para que gocen ya del amor eterno de Dios. Concluyen con las palabras del Papa Francisco, que les pide que «no se desanimen y que sigan construyendo redes de amor y faros de esperanza que iluminen las sendas de una nueva humanidad».