La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se encuentra en medio de intensos debates sobre los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI+, reflejando una creciente división en sus foros internacionales.
En una reciente intervención ante el Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó sobre los esfuerzos sistemáticos para revertir los avances en derechos de las mujeres a nivel global.
Türk destacó preocupaciones en países como Afganistán e Irán, pero subrayó que la regresión afecta a todas partes del mundo.
Los debates en la ONU han sido cada vez más polarizados, con iniciativas para eliminar referencias a los derechos de las mujeres, la orientación sexual y la identidad de género en las resoluciones del organismo.
Según fuentes diplomáticas, hay una fuerte presión para restringir estos términos, impulsada por diversos actores que buscan limitar la igualdad de género y los derechos LGTBI+.
Gurchaten Sandhu, de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA), advirtió sobre los «esfuerzos coordinados» para retroceder en la igualdad, describiendo una atmósfera de paranoia en torno a cualquier término relacionado con el género en los textos de la ONU.
1ONU presenta informe
En un informe presentado recientemente, el grupo de trabajo de la ONU sobre la discriminación de las mujeres y las niñas resaltó la creciente oposición a los temas de género y la aparición de una narrativa conservadora en los foros internacionales.
Esta tendencia ha sido confrontada por países que defienden los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI+, aunque enfrentan resistencia significativa.
Rusia y China, junto con algunos países africanos y latinoamericanos, han liderado esfuerzos para eliminar términos relacionados con los derechos de género en los textos internacionales, a menudo formando alianzas que van más allá de las divisiones occidentales y musulmanas.
La presión también proviene de grupos antiderechos financiados por Estados del Golfo, Rusia y movimientos religiosos estadounidenses, según indicaron diplomáticos y expertos consultados.
Este panorama ha llevado a una «ofensiva muy fuerte» contra los derechos sociales conquistados en las últimas décadas, destacando una fractura profunda en la comunidad internacional respecto a los derechos humanos y de género.
