El Ayuntamiento de Barcelona ha tomado una decisión trascendental al aprobar el incremento de la tasa turística, elevándola del actual nivel de 3,25 euros hasta el límite máximo legal de 4 euros. Esta medida, impulsada por el partido político ERC, busca equilibrar los beneficios y desafíos que el turismo genera en la ciudad.
La Alcaldía de Barcelona ha dejado claro que este posicionamiento político debe convertirse en una realidad fiscal tangible. A través de un proceso estructurado, el gobierno municipal solicitó un informe al Consejo Tributario, un paso previo a la presentación de la propuesta ante la Comisión de Economía en julio. De ser aprobada provisionalmente, la modificación de la ordenanza fiscal que regula el recargo turístico se espera que pueda ser aprobada de manera definitiva en el pleno de septiembre.
Impacto Financiero del Incremento de la Tasa Turística
La previsión del Ayuntamiento para este año 2024 es recaudar 95 millones de euros derivados de la tasa turística, de los cuales 75,1 millones corresponden al recargo municipal y 19,9 millones al impuesto turístico gestionado por el Consistorio. Con el incremento de la tasa hasta los 4 euros, se espera contar con 20 millones de euros adicionales, los cuales serán destinados a servicios propios de la ciudad, gestión de espacios de gran afluencia y el ámbito ferial.
Justificación y Posicionamiento Político
La líder de ERC, Elisenda Alamany, ha alertado sobre cómo la ciudadanía «subvenciona toda la actividad turística con su bolsillo», lo que ha llevado a su partido a defender la proposición para equilibrar la situación y aumentar el retorno de la actividad turística en la ciudad. Por su parte, el concejal de Junts, Ramon Tremosa, ha apoyado la propuesta, argumentando que la tasa turística actual está «muy por debajo de otras ciudades europeas» y abogando por una mejor gestión de la saturación turística.
La portavoz de BComú, Janet Sanz, ha respaldado la medida, recordando que su formación ya lo había planteado en su propuesta alternativa de Presupuestos 2024, reiterando la necesidad de poner límites a la masificación turística. Sin embargo, no todos los grupos políticos han mostrado el mismo apoyo a la iniciativa.
La concejal del PP, Ángeles Esteller, ha expresado que «el turismo no se puede criminalizar» y que debe gestionarse y facilitarse la entrada de turistas. Por su parte, el líder de Vox, Gonzalo de Oro, ha criticado que el aumento de la tasa «no mejora ni las prestaciones turísticas de la ciudad ni supone ayuda de ningún tipo».
En resumen, el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado una decisión estratégica al incrementar la tasa turística, buscando equilibrar los beneficios y desafíos que el turismo representa para la ciudad. Esta medida, impulsada por ERC, ha generado un debate político y social en torno a la gestión del turismo y la distribución equitativa de sus impactos.
