Delfines contra el estrés: el hallazgo científico que revolucionó las redes

Los delfines que habitan cerca del mar Jónico, en ciudad de Tarento en Italia tienen una estrategia contra el estrés y la contaminación de las aguas. Estos delfines, considerados protectores de esta zona, tienen un modo o defensa natural para las aguas que, en la actualidad, son consideradas una de las más perjudicadas de la zona. 

Según expertos, estas especies tienen características genéticas únicas. «Tienen Taranto escrito en su ADN», dijo Cristiana De Leonardis, bióloga marina de Jonian Dolphin Conservation, según National Geographic. Los especialistas descubrieron que estos animales adaptan sus costumbres a los embates de una de las industrias más nocivas del medio ambiente. 

Los delfines, grandes resistentes a la contaminación de Tarento 

Los delfines, grandes resistentes a la contaminación de Tarento 

 La ciudad de Taranto, el páramo para estas especies, tiene un oscuro pasado industrial en el que la contaminación era moneda corriente. En sus inicios, los habitantes no salían de sus casas en los días de viento para evitar la contaminación atmosférica que entraba en la ciudad. Sin embargo, la región  sostiene una fauna marina florenciente. «Es como un puzzle que se va enriqueciendo a medida que aumentan las piezas», aseguran los estudiosos en National Geographic. 

La riqueza alimenticia de esta zona fue la clave para que esta fauna se  mantenga estable, y la clave de su supervivencia está en las profundiades de este Golfo. En este sector, las aguas son cálidas y la presencia de cachalotes influyen en una alimentación rica para estas especies. Este sector cuenta con aguas frías más profundas ricas en nutrientes, lo que impulsa la producción de fitoplancton en la base de la cadena alimentaria.

Cómo dominan los delfines el estrés 

Cómo dominan los delfines el estrés 

 A pesar de la fuerte polución en este sitio, los delfines resisten a la crítica condición gracias a este ecosistema marino que se formó en este cañón y que es el que  proporciona una fuente constante de alimento que ayuda los delfines a superar el estrés como la contaminación o las colisiones con embarcaciones. Lo que también implica ser un santuario para estos animales.

En este particular zona los principales obstáculos a los que se enfrentan estos animales son la navegación, la contaminación acústica, la pesca y el aumento de la temperatura del mar. La marina italiana tiene allí su mayor base, que ocupa kilómetros de costa. Esta actividad constante es la que también impulsa a perjudicar a estos animales, ya que,  ellos utilizan el sonido para comunicarse entre sí, navegar y encontrar alimento, y el ruido submarino generado por el tráfico marítimo y la industria perturba estos comportamientos esenciales.