Un alerta mundial preocupa a todo Japón y también al resto del mundo. El alerta es sobre una nueva bateria en Japón, conocida como el shock tóxico estreptocócico (STSS), que ha generado la necesidad de medidas sanitarias severas por su rápida propagación. La STSS es una infección bacteriana rara que puede expandirse en tejidos y torrente sanguíneo, generando daños mortales.
Los primeros síntomas son la fiebre alta, vómitos, dolor muscular pero, debido a su rápido avance, puede terminar con presión arterial baja, hinchazón y fallo multiorgánico. Por el momento, no se registró un tratamiento específico ni una vacuna, pero los científicos de todo el mundo están trabajando en ello. Según se estima, una solución más efectiva a la STSS puede aparecer dentro de 5 ó 10 años.
Japón, en alerta: los números de esta enfermedad
El Ministerio de Salud de Japón alertó sobre la posibilidad de propagación de este shock tóxico estreptocócico (STSS)y la cantidad de infectados hasta junio de 2024. De acuerdo a las estadísticas, se registraron 977 casos y 77 personas que perdieron la vida entre enero y marzo de este mismo año.
Estos números son aún más preocupantes que el año pasado, debido a que en 2023 se registraron un total de 941 contagios de la STSS y 97 muertes, según informó Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón. Es por esto, que las autoridades sanitarias de este país están el alerta por la situación crítica y delineando nuevas estrategias e insisten en que las relajación de las medidas contra el COVID-19 podrían haber contribuido a la propagación de este virus.
Cómo se contagia la enfermedad que preocupa a todo Japón
Los casos en los que se produce STSS se generan por la bacteria estreptococo del grupo A (GAS), que da una sintomatología leve que no provoca mayores preocupaciones en el inicio. Sin embargo, el estreptococo del grupo A puede producir una toxina que le permite sumergirse en el torrente sanguíneo, dando lugar a esta enfermedad más grave. También, esta toxina puede provocar fascitis necrotizante, aunque esto se produce en pacientes que poseen enfermedades crónicas como diabetes o cáncer.
Aunque los primeros alertas de esta enfermedad sean leves o poco preocupantes, la progresión de la bacteria es tan rápida que en 24 o 48 horas se puede generar un aumento en presión arterial, hinchazón, aumento rápido del ritmo cardíaco y respiratorio, que requiere de atención médica inmediata. La población que afecta son mujeres que aún no entraron en la menopausia, también en hombres mayores o niños.
