El juez de Voloh relaciona a un enviado de Puigdemont a Rusia con los servicios secretos de Putin

El juez Joaquín Aguirre que instruye varias causas donde se investigan las actuaciones de los independentistas catalanes dictó el pasado 21 de junio un auto para abrir una pieza separada con relación a la presunta injerencia del Gobierno ruso de Vladimir Putin antes, durante y después del Procés. El juez sostiene que Víctor Terradellas, empresario y presidente de CATmon, detenido en el marco de la Operación Voloh, gestionaba las «relaciones exteriores» de la Generalitat por la que querían internacionalizar la lucha por la independencia catalana, pero el problema es que todo aquello se quiso hacer con dinero público y además, se contactó con los servicios secretos rusos, según el juez, para conseguir hacerlo.

Entre las pruebas que el juez esgrime para demostrar la injerencia de los rusos en Cataluña los investigadores siguieron la pista de Tarradellas, nombrado en 2012 secretario de Relaciones Internacionales de CDC, «retribuido con un salario de 3.000 euros mensuales que facturaba a CDC, ocupando este cargo hasta 2016, como el mismo reconoció en su declaración en sede judicial el 11/05/2022», explica el juez en su auto que comienza explicando la «colaboración de los investigados con personas de origen ruso cercanas al Gobierno de Rusia y/o que podrían tener vinculaciones con exmilitares o miembros del servicio secreto ruso».

«ENCUENTROS DE PUIGDEMONT CON UNA DIPLOMÁTICO RUSO EN VÍSPERAS DEL REFERÉNDUM ILEGAL»

Otra prueba serían las «revelaciones de encuentros de Carles Puigdemont con un antiguo diplomático ruso en vísperas del referéndum ilegal de Cataluña de octubre de 2017».

En mayo de 2018 la Policía Nacional detenía a 21 personas «sospechosas de haber recibido subvenciones ilícitas por parte de la Oficina de Cooperación al Desarrollo dependiente de la Generalitat», continúa Aguirre.

En los registros en casa de Tarradellas «se ocuparon una libreta manuscrita perteneciente a Víctor Terradellas y algunos papeles también manuscritos así como otros documentos mecanoescritos referentes a datos relevantes para el procés», según el juez. Lo más importante fueron las dos conversaciones encontradas en esos móviles y grabadas sin permiso de sus interlocutores, David Madí Cendrós y Xavier Vendrell Segura.

CRIPTOMONEDAS RUSAS

En la primera de ellas «Puigdemont le había pedido a Terradellas que siguiera con el tema de las criptomonedas (…) la futura república catalana debía desarrollar una legislación favorable para la proliferación de las criptomonedas adecuadas a los intereses rusos y así «ellos» podían ayudar a avanzar de forma unilateral hacía una república digital catalana (…) hablando de personas vinculadas a Rusia, siendo Víctor Terradellas la persona de referencia en esos contactos».

Aguirre ubica a otro empresario, Jordi Sardá Bonhevì, considerado el representante de la trama rusa en el procés, como la persona que entabló mucha amistad con Sergei Motin, un ex espía ruso al que el juez también relaciona con Terradellas. «Sardá además de participar en la reunión con los emisarios rusos, el 26 de octubre 2017, fue utilizado por Terradellas como facilitador de contactos en la órbita rusa y de expertos técnicos en criptomonedas».

El espía ruso habría estado presente en una reunión celebrada en la Casa dels Canonges, sede de la Generalitat, junto a Terradellas y Sardá el 26 de octubre de 2017. Siete meses después de esta reunión y a pesar del procesamiento de los miembros del procés «Sardá participaba intensamente en el proyecto de criptomonedas, codirigido por Terradellas, en el que Sardá interlocutaba directamente con la persona a la que nombran como Nikolay, cuyo nombre coincide con el otro emisario ruso que asistió a la reunión en la Casa dels Canonges, siendo muy probablemente el ex diplomático ruso Nikolay Sadovnikov», apunta el juez.

El 27 de septiembre Terradellas viajó a Moscú hasta el 29 de septiembre de 2017, donde, según el auto judicial, «le estaba esperando Natalia Boronat Rovira para entrevistarse juntos con el intermediario ruso como habían concertado previamente. Este intermediario fue Markov». En aquel encuentro Terradellas habría prometido a Sergei Markov, ex diputado oficialista y politólogo muy bien relacionado con Putin, el reconocimiento de Cataluña a la anexión de Crimea por parte de Rusia. A cambio pidió el apoyo del Kremlin a la declaración unilateral de independencia (DUI) de Cataluña.