La imparcialidad del sistema judicial es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática. Es por eso que el reciente debate sobre la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en España es un tema de gran relevancia. El vicepresidente primero del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha advertido sobre los peligros de entregar el nombramiento de los jueces a los propios jueces, lo que consideraría un «falso buenismo» que iría en contra del principio de separación de poderes.
Según Rodríguez Gómez de Celis, permitir que sean los jueces quienes elijan a sus propios gobernantes sería tan antidemocrático como permitir que los funcionarios elijan al Gobierno o que los letrados del Congreso elijan a los diputados. Esto, a su juicio, implicaría un «hurto» de la voluntad del pueblo español, que debe estar debidamente representada en el CGPJ.
La Necesidad de un Poder Judicial Independiente
El también secretario del Área Institucional y Grandes Ciudades del PSOE ha expresado su «honda preocupación» por lo que considera un «intento de deslegitimación y partidización» de la justicia por parte del Partido Popular. Según Rodríguez Gómez de Celis, el PP siempre bloquea la renovación del CGPJ cuando está en la oposición, con el objetivo de «extender las mayorías conservadoras mucho más allá de lo decidido por el pueblo».
Para el vicepresidente del Congreso, sería «mucho más lógico» que quienes «quieren alejar la Justicia del partidismo» propusieran la elección del gobierno de los jueces por sufragio universal, de manera directa. De esta forma, se garantizaría que el Tercer Poder del Estado esté verdaderamente al servicio de la ciudadanía y no de intereses políticos.
El Peligro de la Polarización Política
Rodríguez Gómez de Celis también ha criticado el «intento deslegitimador» del Tribunal Constitucional y su actual composición, advirtiendo que «si intentamos matar o herir de muerte a quienes vigilan y soportan sobre sus hombros de sabiduría constitucional el orden constitucional, estamos hiriendo al propio sistema, al propio Estado español».
Por último, el vicepresidente del Congreso ha reivindicado la «política útil» y del «debate como herramienta para encontrar fórmulas de entendimiento y mejoría social«. Pese al clima de politización y al «ruido» en la política, ha destacado el trabajo realizado en la Cámara y las medidas económicas y sociales aprobadas. Sin embargo, lamenta que estos avances quedan opacados por los «cruces de declaraciones altisonantes» que aumentan la «desafección institucional y política» en la sociedad española.
En este sentido, Rodríguez Gómez de Celis ha señalado que, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 89,8% de los españoles cree que los partidos tienen la obligación de alcanzar consensos políticos. «Es decir, nos están pidiendo mayoritariamente diálogo y acuerdos. Y eso es justo lo contrario de la crítica a las instituciones cuando no las gobierna el partido del que formamos parte», ha concluido.