La situación en las Islas Canarias con respecto a la migración se ha vuelto insostenible. Con más de 6.000 menores no acompañados en la región, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha expresado su preocupación y ha solicitado una reforma urgente de la Ley de Extranjería para que se establezca un reparto obligatorio de estos menores entre las comunidades autónomas.
Una crisis humanitaria que necesita una solución
El presidente Clavijo ha reconocido que la situación en Canarias es «muy grave» y ha destacado el reciente hallazgo de una patera con fallecidos por parte de un crucero. Esta tragedia pone de manifiesto la necesidad de actuar con celeridad para evitar más situaciones como esta.
Las Islas Canarias se han convertido en un punto de llegada para un gran número de migrantes que buscan una vida mejor en Europa. Esta situación está poniendo a prueba los recursos de la región, que no está preparada para atender a este flujo migratorio masivo.
La sobrecarga en los centros de acogida para menores no acompañados es una de las principales preocupaciones de las autoridades canarias. La falta de recursos, el hacinamiento y la falta de personal cualificado están creando un entorno de vulnerabilidad para estos menores que necesitan atención urgente.
Clavijo busca el consenso para una reforma de la ley
El presidente Clavijo ha solicitado una reunión urgente con los grupos políticos en el Congreso para buscar apoyos a una reforma de la Ley de Extranjería. El objetivo es modificar el artículo 35 de la ley, que regula el reparto de menores migrantes entre las comunidades autónomas, para que se convierta en obligatorio.
«El objetivo es el texto que tenemos pactado entre los dos gobiernos, el de España y Canarias, que permite modificar el artículo 35 de la ley de extranjería», ha indicado Clavijo.
La reforma de la Ley de Extranjería es crucial para solucionar la crisis migratoria en Canarias y garantizar una respuesta efectiva a la llegada de menores no acompañados. Un reparto obligatorio entre las comunidades autónomas permitiría descargar la presión sobre las Islas Canarias y asegurar una mejor atención a los menores migrantes.
Una crisis que requiere una respuesta integral
La crisis migratoria en Canarias no se puede abordar únicamente con la reforma de la Ley de Extranjería. Es necesario un enfoque integral que incluya la cooperación internacional, la lucha contra el tráfico de personas, la creación de corredores humanitarios y el fortalecimiento de las políticas de asilo.
La Unión Europea debe asumir su responsabilidad en la gestión de la migración y colaborar con los países de origen y tránsito para abordar las causas profundas de la crisis migratoria.
Es necesario un cambio de paradigma en la política migratoria que priorice los derechos humanos y la dignidad de las personas que buscan una vida mejor.
La situación en Canarias exige una respuesta urgente y coordinada a nivel nacional e internacional. La crisis migratoria es un desafío global que nos convoca a todos a actuar con responsabilidad y humanidad.