Infusiones que debes evitar durante la lactancia

Las infusiones son bebidas elaboradas a partir de la maceración, decocción o infusión de diversas plantas, hierbas y especias en agua caliente. Son conocidas y valoradas en todo el mundo por sus múltiples beneficios para la salud, como propiedades digestivas, relajantes y antiinflamatorias, entre otras. Sin embargo, durante la lactancia materna, es crucial que las madres sean conscientes de las posibles repercusiones que algunos de estos tés pueden tener en su bebé.

No todas las infusiones son seguras durante la lactancia, y algunas pueden contener compuestos que pasan a la leche materna y afectan al recién nacido. Es fundamental que las madres lactantes se informen sobre cuáles deben evitar para asegurar el bienestar de sus bebés. En este contexto, es importante saber que algunas pueden resultar perjudiciales y considerar alternativas seguras que permitan disfrutar de una bebida caliente sin riesgos. A continuación, se detallan algunas de las infusiones que deben evitarse durante la lactancia.

Infusiones de poleo y menta

Infusiones de poleo y menta

En primer lugar, es fundamental evitar el consumo de infusiones de poleo y menta durante la lactancia. Aunque estas plantas son populares por sus beneficios digestivos y su agradable sabor, contienen sustancias que pueden ser perjudiciales para el bebé. El poleo, en particular, tiene un compuesto llamado pulegona, que es tóxico en altas dosis y puede causar daño hepático. La menta, aunque menos peligrosa, puede disminuir la producción de leche materna, lo cual no es deseable durante la lactancia.

Anís estrellado

Anís estrellado

Otras infusiones que deben evitarse es la de anís estrellado. Este tipo de anís contiene compuestos que pueden ser neurotóxicos y provocar efectos adversos como vómitos, convulsiones y en casos extremos, daño neurológico. Aunque el anís es conocido por sus propiedades digestivas, su uso no es recomendable durante la lactancia debido a estos riesgos potenciales para el bebé.

Hinojo y regaliz

Hinojo y regaliz

Las infusiones de hinojo y regaliz también deben ser evitados por las madres lactantes. El hinojo, aunque tradicionalmente utilizado para aliviar los cólicos en los bebés, contiene estragol, un compuesto que se ha demostrado ser potencialmente cancerígeno en animales. Por otro lado, el regaliz contiene glicirricina, una sustancia que puede causar hipertensión y retención de líquidos, tanto en la madre como en el bebé, si se consume en grandes cantidades.

Cola de caballo

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La cola de caballo es otra infusión que no se recomienda durante la lactancia. Esta planta contiene alcaloides y otros compuestos que pueden afectar negativamente la salud del bebé a través de la leche materna. Estos compuestos pueden ser tóxicos y potencialmente causar problemas digestivos y otros efectos adversos en el recién nacido. Además, la cola de caballo puede interferir con la absorción de vitamina B1 (tiamina) en la madre. La deficiencia de esta vitamina esencial puede llevar a problemas como la fatiga, debilidad muscular y complicaciones neurológicas, afectando el bienestar general de la madre y, por ende, la calidad de la leche que produce para su bebé.