Un grupo de legisladores estadounidenses, encabezado por la ex presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el congresista republicano Michael McCaul, realizó una visita al Dalái Lama y al gobierno tibetano en el exilio en la India.
El encuentro tuvo lugar en la residencia del Dalái Lama en Dharamsala, al norte de la India, y ha generado críticas por parte del gobierno chino.
Pelosi expresó su gratitud y honor por la oportunidad de reunirse con el líder espiritual de 88 años, declarando en un discurso transmitido por Tibet TV, el canal del gobierno en el exilio, que estar con el Dalái Lama es una verdadera bendición.
Recientemente, el Congreso de Estados Unidos aprobó una legislación instando a Pekín a reanudar el diálogo con los líderes tibetanos, la cual se espera que el presidente Joe Biden firme próximamente. Pelosi subrayó que esta medida legislativa envía un mensaje claro al gobierno chino sobre la postura de Estados Unidos en relación con la libertad de Tíbet.
1China responde
En respuesta, Pekín condenó la visita como una interferencia extranjera, insistiendo en que Tíbet es una parte integral de China y rechazando cualquier intervención externa en los asuntos tibetanos. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, instó al presidente Biden a no firmar la legislación, calificando al grupo del Dalái Lama como separatista y anti-China.
Durante la reunión, el Dalái Lama transmitió a los legisladores un mensaje de unidad y derechos humanos, declarando: «Todos somos seres humanos, con los mismos derechos, y este mundo pertenece a la humanidad». Sus palabras fueron compartidas a través de un video difundido por el gobierno tibetano en el exilio.
Desde la anexión de Tíbet por parte de China en 1950, han persistido tensiones sobre el control de Pekín y el futuro liderazgo del budismo tibetano después del Dalái Lama. En 2019, el Dalái Lama renunció a su autoridad política en favor de un gobierno tibetano en el exilio elegido democráticamente, pero los exiliados tibetanos siguen preocupados por las intenciones de China respecto a su sucesión.
La visita de los legisladores estadounidenses a Dharamsala subraya el continuo apoyo internacional a la autonomía tibetana y los derechos humanos, en medio de la fricción diplomática persistente entre Washington y Pekín en temas relacionados con Tíbet.