La selección de unos auriculares para disfrutar al máximo de la música se ha transformado en un verdadero reto entre los usuarios, debido a que siempre nace la consulta sobre qué es mejor, si inclinarse por unos clásicos auriculares con cable o escoger unos inalámbricos. Esta decisión ha generado un gran debate entre las personas y hasta el día de hoy no se ha podido cerrar esa grieta.
Esto fue provocado ante el gran aumento de los auriculares Bluetooth, que se han convertido en una alternativa accesible para los usuarios y que dan la comodidad de no tener un elemento físico sin necesidad de conectar algo a un dispositivo electrónico. Esto ha llegado tan lejos, que hasta muchas marcas de móviles están sacando el puerto de entrada jack 3.1, qué es el que brinda la posibilidad de conectar un cable de audio.
Auriculares con cable: fidelidad y estabilidad
Los audífonos con cable fueron durante mucho tiempo un baluarte en términos de calidad de audio. El motivo principal está en la transmisión directa de señales analógicas mediante un cable físico, lo cual reduce al mínimo la pérdida de calidad y asegura una reproducción más fiel de cada detalle del sonido emitido. Esta característica es muy valiosa para especialistas de la música que aprecian una reproducción exacta y sin compromisos.
Desde un enfoque técnico, los auriculares con cable pueden gestionar mayores anchos de banda y tasas de bits sin la necesidad de estar limitados como pasa con los audífonos inalámbricos. Por ejemplo, algunos auriculares con cable pueden alcanzar tasas de transmisión de hasta 2304 kbps, lo cual es considerablemente más alto en comparación con los auriculares inalámbricos estándar de Bluetooth, que tienen un límite y es el soportar hasta 768 kbps.
Esto fue provocado ante el gran aumento de los auriculares Bluetooth.
Auriculares Inalámbricos: libertad y tecnología
Ante una evolución de la tecnología Bluetooth, los auriculares sin cables han generado una enorme popularidad gracias a su libertad de movimiento. Estos dispositivos usan señales digitales para la transmisión de audio, lo cual borra la necesidad de un cable físico y permite una gran movilidad del usuario. Si bien es cierto que los audífonos inalámbricos han sido criticados por una calidad de audio inferior, los avances tecnológicos han acortado esta brecha significativamente.
Los modelos más modernos usan códecs de audio avanzado como aptX y LDAC, que mejoran la calidad de audio al tener la capacidad de habilitar tasas de bits más altas y una compresión más precisa. Estos avances han provocado que muchos usuarios no profesionales no puedan ver la diferencia entre los auriculares con cable e inalámbricos en condiciones normales de reproducción de audio.
