Preparar una tarta de queso onfit, sin carbohidratos y alto en proteína, es una excelente opción para quienes buscan disfrutar de un postre saludable sin comprometer su dieta. Esta tarta de queso no solo es deliciosa, sino que también es baja en calorías, con apenas 268 kcal por porción completa. Con 38 gramos de proteína, es ideal para aquellos que buscan aumentar su ingesta proteica sin añadir carbohidratos innecesarios. A continuación, te explico cómo prepararla paso a paso.
Los ingredientes necesarios para esta tarta de queso son simples y fáciles de conseguir. Necesitarás un huevo, dos cucharadas soperas de queso cottage, una cucharada de queso crema light (como el tipo Philadelphia), 25 gramos de proteína en polvo, 50 ml de bebida vegetal sin azúcar o leche desnatada, y edulcorante al gusto. Estos ingredientes básicos se combinan para crear una mezcla rica en proteínas y baja en calorías, perfecta para cualquier momento del día.
Preparación de la tarta de queso onfit
El primer paso en la preparación es triturar todos los ingredientes juntos hasta obtener una mezcla homogénea. El huevo y los quesos aportan una base cremosa, mientras que la proteína en polvo aumenta el contenido proteico de la tarta de queso. La bebida vegetal o la leche desnatada ayudan a ajustar la consistencia de la mezcla, y el edulcorante añade el toque de dulzura necesario. Una vez que la mezcla esté lista, viértela en un molde de silicona para hornear.
Antes de colocar el molde en el horno, dale unos golpecitos suaves sobre la mesa para eliminar cualquier burbuja de aire que pueda haberse formado. Luego, coloca el molde en el horno precalentado a 180 °C durante 18 minutos. También puedes usar una airfryer si lo prefieres. La clave es hornear la tarta de queso hasta que esté dorado en la superficie. Este paso es crucial para asegurarse que tenga la textura perfecta.
Topping simple y proteico para decorar
Una vez que la tarta de queso esté listo, déjalo enfriar antes de desmoldarlo. Para un topping simple y proteico, mezcla medio scoop de la misma proteína en polvo con un poco de agua hasta obtener un sirope espeso. Este sirope no solo añade un extra de proteína, sino que también complementa el sabor de la tarta de queso sin añadir carbohidratos. Puedes verter sirope justo antes de servirlo. Se puede reservar en la nevera para comer al día siguiente, lo que lo convierte en una opción conveniente para un desayuno rápido o una merienda saludable.
Al ser tan bajo en calorías, puedes disfrutar de este postre todos los días sin preocuparte por tu ingesta calórica. Además, si no tienes proteína en polvo a mano, puedes sustituirla por harina de avena, aunque esto cambiará un poco el perfil nutricional de la tarta de queso. Pruébalo hoy mismo y descubre cómo un postre puede ser parte de una alimentación saludable y consciente.