Fusión de Lorca y Miguel Poveda en Uclés: una oda de amor al flamenco

En el corazón del Monasterio de Uclés, un lugar con más de 800 años de historia, se prepara para recibir a cerca de mil personas que se dejarán llevar por la voz de Miguel Poveda, quien desplegará su historia de amor con Federico García Lorca. La guitarra de Jesús Guerrero será el hilo conductor que fusionará la voz del cantaor con los versos del gran poeta granaíno.

Poveda se encuentra en un momento crucial de su carrera, donde ha decidido rendir homenaje a la figura del Poema del Cante Jondo, y hacer partícipe a sus seguidores de esta comunión de arte y emoción. El flamenco será el vehículo que llevará a los asistentes a un viaje lleno de pasión y sentimiento.

El Encuentro con Lorca

Miguel Poveda confiesa que hace tiempo que se encontró con la figura de Lorca, y no piensa soltarse. «Hace tiempo lo hice, y no pienso soltarme. Y espero que él tampoco», asegura. En el Poema del Cante Jondo, Lorca escribió «Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos», pero para Poveda, ese encuentro ya ha ocurrido.

La pregunta es, ¿cómo se logra esta unión entre la voz del cantaor y los versos del poeta? Poveda asegura que se trata de hacer una lectura musical, darle forma a lo que ha resonado en su cabeza e interpretar sus poemas con el fin de ser fiel al sentir que él intuye de Lorca.

El poemario del Poema del Cante Jondo se sale un poco de la tendencia de su tiempo, y Poveda busca la misma esencia, la misma emoción. «Es posible que sea casualidad, esta lectura musical es en realidad una oda de amor y gratitud a ese libro y a su implicación con el arte flamenco», confiesa.

La Unión con la Guitarra de Jesús Guerrero

La guitarra de Jesús Guerrero es fundamental en esta unión entre la voz de Poveda y los versos de Lorca. La pregunta es, ¿transmiten lo mismo esos versos que la voz o que la guitarra de Jesús? Poveda asegura que sería un osado si dijese que sí, «Federico en sí mismo ya es inspiración y emoción, yo solo soy un lector que le canta desde el amor».

La emoción no tiene una nacionalidad ni lugar de procedencia. Se siente o se está muerto. Esa es la respuesta de Poveda cuando se le pregunta cómo encajan un monasterio de 800 años, versos granaínos de 100, una voz catalana de más de 30 y una guitarra gaditana de otros tantos.

El cantaor asegura que ha trabajado de la mano con Jesús Guerrero para lograr una misma lectura de los poemas de Lorca. «Cada persona al leer un poema lo visualiza o lo entiende a su manera y le produce cosas distintas o parecidas. En el caso de Jesús, hemos trabajado tan de la mano que entre los dos hemos hecho una misma lectura», asegura.

La gran pregunta es, ¿qué pensaría Federico si estuviera entre el público de Uclés este sábado? ¿Se reconocería? ¿Te aceptaría el punto de vista? Poveda asegura que esa es su eterna pregunta, y por eso es tan cuidadoso con los textos de Lorca, porque no quiere defraudarlo a él e intenta ser fiel a su entusiasmo y su amor por el cante.