El contundente mensaje del ganador del Pulitzer, Nathan Thrall: «No hay solución en el horizonte» para Palestina

La cuestión palestina es una de las disputas geopolíticas más complejas y prolongadas de nuestro tiempo. Nathan Thrall, ganador del Premio Pulitzer 2024 por su obra «Un día en la vida de Abed Salama», ha ofrecido una perspectiva reveladora sobre esta crisis que se extiende por más de medio siglo. En una reciente conferencia en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, Thrall ha expresado su pesimismo respecto a una solución inminente, instando a la comunidad internacional a centrarse en paliar las injusticias cotidianas que sufre la población palestina.

El libro de Thrall, que relata un accidente mortal de un autobús escolar en las cercanías de Jerusalén, expone los múltiples obstáculos y controles a los que se enfrentan los palestinos en su día a día. Lejos de ser una mera confrontación bélica, la ocupación israelí ha generado una red de restricciones que erosiona la calidad de vida de millones de personas, una realidad que, según el autor, es demasiado a menudo ignorada por la sociedad israelí.

LA CENSURA QUE SILENCIA LAS VOCES CRÍTICAS

La publicación del libro de Thrall coincidió con el estallido del conflicto entre Hamás e Israel en octubre de 2020, lo que afectó severamente a la gira promocional prevista en Estados Unidos. El autor ha denunciado cómo las conversaciones sobre la ocupación eran vistas como una justificación de lo sucedido, lo que provocó la cancelación de una cuarta parte de los eventos programados, en gran medida por parte de la comunidad judía americana.

Asimismo, Thrall ha criticado la situación en Alemania, donde, según él, se protege a la comunidad judía pero se silencia a muchos judíos que hablan en contra de las políticas de Israel. De hecho, el propio Thrall, judío americano residente en Israel, sufrió la cancelación de un evento en Fráncfort debido al tema de su libro.

El autor ha denunciado enérgicamente esta «censura» que no solo afecta a los palestinos, sino también a cualquier voz judía que se atreva a cuestionar las acciones del Estado de Israel. Thrall considera que se ha ido demasiado lejos en la redefinición de lo que se entiende por antisemitismo, llegando al punto de que cualquier crítica al Estado de Israel es interpretada como tal.

LA OPRESIÓN COTIDIANA Y EL SILENCIO ISRAELÍ

Uno de los aspectos más deprimente,s según Thrall, es la facilidad con la que la población israelí, en particular los judíos, ignora la opresión que sufren los palestinos en su vida diaria. Incluso en Jerusalén, donde la presencia palestina es más evidente, la sociedad israelí hace caso omiso de la situación, pasando por alto los muros y los guetos que los confinan.

Thrall acusa a la comunidad internacional de estar demasiado centrada en el debate sobre la solución de uno o dos Estados, cuando deberían enfocarse en resolver los problemas cotidianos de los palestinos, como los arrestos sin juicio o el rapto de niños.

En sus palabras, si esta tendencia continúa, la evolución de la situación palestina podría asemejarse a la de los amerindios, quienes fueron «arrinconados hasta la desaparición prácticamente». Esta advertencia subraya la urgencia de abordar las injusticias estructurales que aquejan a la población palestina y de poner fin a la opresión sistemática que han sufrido durante décadas.

UN LLAMADO A LA ACCIÓN INTERNACIONAL

La perspectiva presentada por Nathan Thrall dibuja un panorama sombrío, pero también una llamada a la acción internacional. Más allá de los debates geopolíticos, es fundamental atender a las problemáticas concretas que afectan a los palestinos en su día a día, como la falta de libertad de movimiento, los arrestos arbitrarios y la segregación.

Asimismo, es imperativo abordar la censura y la estigmatización que sufren aquellos que se atreven a denunciar las políticas de Israel, ya sean palestinos o voces críticas dentro de la propia comunidad judía. Solo a través de una mirada honesta y una voluntad de cambio podrá lograrse un avance significativo en la resolución de este conflicto que se ha extendido por más de medio siglo.

El trabajo de Nathan Thrall y su valiente denuncia de la realidad palestina resaltan la urgencia de una solución justa y duradera. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de escuchar estas voces, superar los debates estériles y concentrarse en mejorar las condiciones de vida de millones de personas que han sufrido las consecuencias de esta prolongada ocupación.