Hay misterios que aún no encuentran una explicación certera y que pueden quitar el sueño a cualquiera. Se trata de misterios que son bien conocidos por todos pero que, hasta el momento, nadie pudo hallarles una justificación empírica, a pesar de los años que se dedicaron a estudiarlos.
El triángulo de las Bermudas, el libro “el manuscrito de Voynich”, la desaparición de Amelia Earhart, la señal “Wow” y la existencia de Jack El Destripador, son algunos de los misterios que la ciencia se ha encargado de resolver sin éxito. ¿Qué pasó con todos ellos?
Los misterios que pueden quitar el sueño a cualquiera
El triángulo de las Bermudas es el enigma más grande de toda la humanidad. Este sitio tiene más de 1.1 millón y medio de kilómetros cuadrados y conforma un triángulo por las puntas de las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami en Florida, Estados Unidos. Su mito es bien famoso por todos y se dice que miles de barcos desaparecieron cuando navegaban en él. A pesar de las diversas teorías que circulan, los científicos intentan ser más específicos y aseguran que estas desapariciones se pueden dar gracias las condiciones climáticas y errores de cálculo entre los artefactos tecnológicos que se utilizan para navegar.
El manuscrito de Voynich también es uno de los misterios más oscuros de la historia. Se trata de un libro que apareció en 1850 y, según quienes los hallaron, encerraba conocimientos alquímicos. Este manuscrito tiene figuras, mapas y está escrito en un idioma que aún no se logró descifrar por los historiadores. Actualmente, el Voynich se guarda en la Biblioteca Beinecke de libros y manuscritos raros de la Universidad de Yale.
La señal “Wow”, Jack, el destripador y más misterios
Uno de los misterios más extraños y oscuros fue el de la llamada “Señal Wow”. Esta fue detectada en 1977 por un radiotelescopio en Ohio y llegó desde el espacio. Esta señal duró 72 segundos y nadie pudo explicar qué fue lo que la produjo. Este señal se registró con el código el código “6EQUJ5″ y la letra U indicaba que la señal había alcanzado una de las frecuencias más altas. Su descubridor no pudo creer lo que sucedía y fue allí que escribió la onomatopeya «Wow» por su naturaleza misteriosa.
La historia de Jack El Destripador fue motivo de diversas películas y series que aterraron en su época. Pero la historia de este asesino serial fue real y vivió en 1888 en Londres. Sin embargo, a pesar de los crímenes que cometió su verdadera identidad nunca fue revelada, ni tampoco los motivos de su accionar. Siguiendo la línea de misterios, el de Amelia Earhart es uno de los más cautivantes. Ella fue una piloto que en 1937 intentaba ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo, pero desapareció misteriosamente volando sobre el océano Pacífico. Ni ella ni su avión volvieron a ser vistos.
