Corea del Norte es uno de los países con una democracia totalitaria comandada por Kim Jong-un. Este líder de Corea del Norte estableció una serie de leyes insólitas para quienes residen allí que incluye la prohibición de cualquier contenido de espectáculos y audiovisual, el uso de cierto tipo de prendas y hasta la posibilidad de circular libremente.
Kim Jong-un, quien asumió su cargo después de la muerte de su padre, impuso reglas que sólo valen para los ciudadanos y que le permiten a él mismo llevar una vida de lujos y excesos que se puede permitir por su carácter de líder totalitario. Kim es una figura odiada por el resto del mundo, incluso por los propios habitantes del país que, por supuesto, tienen prohibido hablar de él.
Qué es lo que tienes que evitar si viajas a Corea del Norte
En Corea del Norte las situaciones que parecen normales para el resto de las poblaciones, allí pueden resultar un delito. Moverse libremente, algo que parece imposible de prohibir, no está permitido en este país. Los coreanos no tienen el derecho de moverse a sus ganas dentro del país y cada desplazamiento de una ciudad a otra requiere de una autorización especial emitida por el gobierno. Esta restricción busca controlar y vigilar a la población de manera estricta. Según diversos informes, el 30% de los norcoreanos intentan huir cada año, buscando escapar de las severas normas.
Poseer una casa también es una prohibición dentro de Corea del Norte. La propiedad privada no existe en esta nación y todas las casas pertenecen al estado. Estas son asignadas a los ciudadanos por el gobierno dictatorial y tienen una estructura básica que se asignan en función de la lealtad percibida hacia el régimen. El gobierno puede reasignar las viviendas en cualquier momento y está prohibido vender o comprar propiedades inmobiliarias.
Más prohibiciones insólitas en Corea del Norte
La regla más insólita y que ocupa el primer puesto por su nivel de exigencia es la de elegir pareja. Esta situación, común para cualquier persona en cualquier país, es una libertad que en Corea del Norte no es tan frecuente. Los matrimonios son arreglados por el partido de los trabajadores de Corea, especialmente entre las élites del país. Los criterios de elección de parejas incluyen la lealtad al régimen, el estatus social y las contribuciones al partido. De esta manera, el 50% de las bodas que se concretan son por arreglos y desobedecer esta legislación puede traer consecuencias.
Más allá de los casamientos arreglados, en Corea del Norte otras situaciones de la vida cotidiana están prohibidas. Ver series de televisión es una de ellas y el control se ejerce sobre las ficciones y los dibujos animados. El líder ya ordenó ejecutar públicamente a más de 150 personas por ver series de Corea del Sur (los populares k-dramas). Usar el sarcasmo también se incluye en la lista, aunque es algo difícil de controlar, quien es descubierto utilizando la ironía hacia el régimen puede ser apresado y castigado por ello.
