Un científico visionario, eso era Isaac Asimov, quien desde su infancia en Brooklyn, Estados Unidos, fue cautivado por las revistas de ciencia ficción que adornaban el local de sus padres. Este escritor y divulgador científico no solo dejó un legado literario impresionante, sino también una serie de predicciones que hoy parecen sacadas de sus propias novelas futuristas.
2No hubo límites para Isaac Asimov
No se limitó a la tecnología cotidiana. Asimov en sí no era un científico cotidiano, siempre buscaba ir más allá. Isaac también profetizó el desarrollo de «grandes plantas de energía solar en zonas desérticas y semidesérticas». Esta visión se ha materializado con creces con la proliferación de granjas solares en desiertos como el Mojave en Estados Unidos y el Sahara en África, proporcionando una fuente de energía limpia y renovable que cumple con las demandas del mundo moderno.
Pero quizás una de sus predicciones más famosas como científico fue la introducción de robots en nuestra vida cotidiana, aunque no como los avanzados y empáticos androides de sus historias. En sus obras fundamentales como «Yo, Robot» y «Bóvedas de acero», Asimov imaginó una sociedad donde los robots desempeñaban roles cruciales, desde la medicina hasta la manufactura. Hoy en día, los robots quirúrgicos y de montaje son una realidad, aunque aún lejos de las complejas tramas morales que caracterizaban a los robots de Asimov.
