En un reciente pronunciamiento, la líder de Podemos, Ione Belarra, criticó la forma en que el PSOE aborda el tema de la financiación autonómica. En lugar de considerar este asunto estratégico como una cuestión de país, lo reducen a un simple «intercambio de cromos» para favorecer la investidura del líder del PSC, Salvador Illa, en Cataluña. Belarra advierte que este enfoque es una «garantía de fracaso», y aboga por cambios profundos en el sistema fiscal para lograr una distribución más equitativa de los recursos.
Críticas a la Estrategia del PSOE
Durante una rueda de prensa en el Congreso, Ione Belarra expresó su desacuerdo con la manera en que se plantea el debate sobre la reforma de la financiación autonómica y el reconocimiento de la plurinacionalidad. Para la líder de Podemos, abordar este tema como un mero «trueque político» en lugar de una oportunidad para mejorar la cohesión territorial es un grave error. En sus palabras, «desde mi punto de vista abordarlo como un intercambio de cromos para conseguir los votos en una investidura es una garantía de fracaso».
Propuestas de Podemos para una Financiación más Justa
Belarra señaló que es fundamental aumentar el «suelo de ingresos» para abordar el grave problema de falta de recursos en Cataluña y en el conjunto de España. En este sentido, subrayó que las rentas más altas y las grandes empresas deben contribuir de manera más equitativa al sistema fiscal, de modo que las comunidades autónomas puedan cumplir adecuadamente con sus competencias. «Evidentemente hay que empezar por ahí y no empezar, como suele hacer el PSOE, la casa por el tejado», advirtió la dirigente de Podemos.
Visión Integral de la Financiación Autonómica
Desde Podemos se enfatiza que la financiación autonómica es un tema complejo que precisa de un enfoque integral y de un amplio consenso a nivel nacional. La determinación de las bases de este modelo de financiación tendrá implicaciones no solo en Cataluña, sino en toda España. Según Belarra, la actual dependencia de ERC para la toma de decisiones en Cataluña pone en una posición delicada al PSOE, lo que podría dificultar una legislatura estable incluso si Illa llegara a la presidencia. Esto refuerza la idea de que se necesita una solución estructural y de largo plazo.