La temporada del Teatro Real llegará a su fin el próximo 30 de junio con el estreno de la aclamada ópera «Madama Butterfly» de Puccini. Esta obra emblemática del compositor italiano será representada en un total de 19 funciones, en las que se explorará la tragedia de la protagonista, alejándose de la tradicional estética orientalista y enfocándose en el «turismo sexual» que subyace en la trama.
El director de escena, Damiano Michieletto, ha explicado que el sufrimiento de Butterfly se debe a su creencia en un matrimonio que nace de una especie de «broma«. Ella es, en realidad, una «compra» por parte de un turista sexual que ejerce toda su fuerza de dominación en un contexto de pobreza. Esta visión innovadora del clásico de Puccini busca resaltar los mecanismos de cinismo y violencia que sustentan la relación entre el poderoso marino americano y la joven japonesa.
Abandonando el Orientalismo
En lugar de la tradicional estética orientalista, Michieletto ha optado por situar la acción en una gran metrópolis, posiblemente Shangai, pero en la periferia de la ciudad. Esta ambientación busca reflejar la «ambivalencia» entre la ilusión del amor y la cruda realidad que vive Butterfly, representada a través de una caja de cristal en la puesta en escena.
El director musical, Nicola Luisotti, ha señalado que esta adaptación de «Madama Butterfly» es «tradicional«, con apenas algunos cambios cronológicos para acercarla a la actualidad, como la presencia de teléfonos móviles. Sin embargo, el drama central sigue siendo el mismo: Butterfly es una prostituta que no sabe que ha sido «comprada» por el marino americano.
La Música de Puccini
Luisotti ha descrito la música de Puccini como «azucarada«, una característica a la que el propio compositor se había referido con disconformidad. No obstante, el director musical defiende que, a diferencia del libreto teatral, esta versión musical «ennoblece» lo oriental, evitando cualquier intento de ridiculizar a los personajes japoneses.
La soprano Saioa Hernández, quien encarnará a la joven enamorada, ha resaltado la cualidad de «bálsamo para la voz» que posee la partitura de Puccini, con un «gran recitativo» que casi parece una actuación cinematográfica. Hernández también ha señalado que la música «edulcorada» busca crear el «mundo de fantasía» que habita Butterfly, en contraste con la cruda realidad que la rodea.
El Teatro Real se prepara para cerrar su temporada con una propuesta innovadora de «Madama Butterfly«, en la que se abandona el tradicional orientalismo para explorar los temas del turismo sexual, el cinismo y la violencia que subyacen en la trágica historia de Puccini. Con una puesta en escena que refleja la «ambivalencia» entre la ilusión y la realidad, y una partitura que «ennoblece» lo oriental, esta producción promete ser una experiencia cautivadora y emocionante para el público.