El Grupo Armas Trasmediterránea ha eliminado el nombre de «Ciudad Autónoma de Melilla» de su flota. El buque ha pasado a llamarse ahora «Fortuny», su antigua denominación antes de que Antonio Armas le renombrara en 2019, tres años antes de su fallecimiento. El cambio de nombre responde al inicio de la temporada del paso del Estrecho y en un momento en el que Marruecos está arengando a los suyos para generar presión sobre Ceuta, Melilla y el Sáhara.
El cambio de nombre del Ciudad de Melilla se ha producido una semana antes del inicio del viaje anual de una gran mayoría de marroquíes a su país de origen. Venidos desde todos los rincones de Europa, se forman largas colas para coger los ferrys, pero ya no aparecerá el ‘Melillero’, como se lo conocía al Ciudad Autónoma de Melilla, sino que en su lugar lo hará con el nombre de Fortuny.
LA ABERRACIÓN DE TRASMEDITERRÁNEA
El barco se denominó así por la línea que une Melilla y Málaga junto a la de Nador y Almería, una ruta que ha vuelto a pleno rendimiento esta misma semana. Este «absurdo» cambio ha generado una fuerte polémica en Melilla, según han apuntado fuentes políticas a MONCLOA. Juan José Imbroda, presidente de Melilla, lo tachó de «aberración».
Tres años antes de su fallecimiento, Antonio Armas también cambió otro nombre simbólico a uno de los buques de la flota. De Sorolla se pasó al «Ciudad de Granada», un nombre que aún mantiene Trasmediterránea.
El antiguo «Ciudad Autónoma de Melilla» es un buque de registro en Canarias, con 172 metros de eslora y otros 26,20 de manga. Esta clasificado como «gran lujo» y cuenta con una capacidad de 1.250 pasajeros, con una velocidad máxima de 23 nudos. En su bodega puede albergar a 140 vehículos y 1.500 metros lineales. El ahora denominado Fortuny, el mismo que tenía antes del cambio de Antonio Armas, está diseñado para el transporte de una gran cantidad de pasajeros y vehículos para responder a la alta demanda en la migración del Paso del Estrecho en las rutas operadas por Trasmediterránea.
IMBRODA CARGA CONTRA TRASMEDITERRÁNEA
Imbroda ha asegurado que ha tomado nota de los cambios y espera que se adopten medidas para defender los intereses de una ciudad vilipendiada por el Reino alauita, cuyo rey, Mohamed VI, disfruta ahora de sus vacaciones justo en Nador, parada obligada de una de las rutas del ferry. A juicio del líder del PP en la ciudad autónoma, este hecho debe hacerse constar en los próximos pliegos del contrato marítimo. Y es que, Trasmediterránea ha optado por humillar a la ciudad española con el fin de no ofender a Marruecos. «Vayánse a hacer puñetas», espetó a la naviera.
Trasmediterránea engrosa sus cuentas con los ferrys a Marruecos, Mohamed VI les da la bienvenida en la zona de Ceuta
Y es que, mientras Trasmediterránea engrosa sus cuentas con los ferrys a Marruecos, Mohamed VI les da la bienvenida en la zona de Ceuta, muy próximo al Tarajal, una zona de paso de inmigración ilegal que sale del país africano sin que la policía ni la guardia costera lo impidan. Con Mohamed VI en Ceuta, la zona ha aumentado la seguridad y las mafias ahora deben escoger otras rutas para esquivar a los servicios secretos marroquíes.
MOHAMED VI FRENA LA INMIGRACIÓN CON SUS VACACIONES
Mientras tanto, las ciudades que visitará durante su estancia en el norte del país están preparándose para limpiarlas de vagabundos y mendigos, tal y como aseguran medios marroquíes. Asimismo, Mohamed VI se ha cuidado de tener la zona tranquila desde hace dos meses para evitar encontrarse con miles de inmigrantes junto a la costa de Ceuta.
En abril, las autoridades locales de la prefectura de M’diq-Fnideq abortaron el paso ilegal de miles de inmigrantes a la ciudad de Ceuta. La mayoría de los individuos procedían de África subsahariana. Además, la mayor parte de los indocumentados estaba ataviado con piedras, mangos de hierro y palos para tratar de trepar la verja.
Y es que, Mohamed VI controla el flujo de inmigrantes, tal y como se ha podido comprobar, con amenazas de marchas que benefician exclusivamente a las mafias, sin importar los derechos humanos de las personas que tratan de llegar a España. Cientos han perecido y ahora las rutas alternativas se realizan hacia Canarias. El Gobierno no logra frenar la inmigración en las costas de Marruecos, mientras reparte a los llegados por distintas comunidades como si de ganado humano se tratara.