Las versiones del rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, no se sostienen por ningún lado en el fichaje de Begoña Gómez para que dirigiera la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC). La esposa del presidente del Gobierno fue propuesta por el rector, tal y como sostienen las partes involucradas en la Comisión Mixta de Seguimiento de la cátedra extraordinaria, a excepción del rector Goyache, que afirma que fue propuesta por la propia comisión de seguimiento y que él ratificó la decisión.
Reale Seguros y la Fundación La Caixa junto con el rector y la propia Begoña Gómez, que no tenía ni voz ni voto, formaron parte de esa comisión mixta de seguimiento de la cátedra. Las dos empresas privadas aportaron un total de 60.000 euros, a partes iguales, pero con la diferencia de los plazos de pago. La aseguradora optó por un pago único en el inicio del acuerdo, con una duración de cuatro años, mientras que la Fundación La Caixa prefirió abonar 15.000 euros anuales a vencimiento anual, en concreto en el mes de febrero.
La cátedra extraordinaria dirigida por Begoña Gómez exigía una titulación para el director o directora de la misma, pero Begoña Gómez no cumplía el requisito al no tener titulación en la materia. Esta es una de las exigencias del reglamento que rige una de las universidades públicas con más historia de Europa, y cuya imagen se ha visto seriamente deteriorada por un rector que lejos de asumir responsabilidades ha preferido escurrir el bulto con un sinfín de excusas.
DOADRIO Y EL CONVENIO DEJAN SIN DEFENSA A GOYACHE
Como suele ocurrir en este tipo de informaciones, dar más de una versión pone contra las cuerdas a quien las declara y el rector ha tratado de desentenderse del caso hasta en dos ocasiones al menos públicamente. La primera de ellas afirmó que no tuvo nada que ver en el fichaje de Begoña Gómez, que fueron terceros, señalando directamente a las dos empresas privadas y colaboradoras de la Universidad Complutense. Un flaco favor para quien abona el dinero para poder facilitar estudios innovadores, sean de la cátedra de Begoña Gómez u otras disciplinas. Dejar en mal lugar a quien facilita estudios no suele ser el mejor camino.
Por otro lado, los señalados por el rector han desmentido uno a uno todas y cada una de las afirmaciones. Ni Reale Seguros ni la Fundación La Caixa ni tampoco el vicerrector de Relaciones Institucionales en 2020, Juan Carlos Doadrio, han corroborado una sola palabra de Goyache. De un uno contra tres a un tres contra uno.
El convenio, además, pone de manifiesto y por escrito una cuarta versión que contradice al actual rector de la Complutense, con pie y medio fuera del rectorado ante la falta de un desmentido público de Begoña Gómez a todas esas informaciones que ha tratado de matizar y explicar en otros medios. De hecho, en ninguna de ellas señala quién le contrata como directora ni tampoco contradice cuando se afirma que fue el rector quien le aupó hasta lo más alto de la cátedra extraordinaria. Cinco contra uno.
Pero hay más. Todas las partes, a la espera de la decisión de Begoña Gómez, están dispuestas a acudir a la comisión de investigación que abrirá la Asamblea de Madrid en el mes de octubre para conocer todos los entresijos de la cátedra extraordinaria, desde la colocación no solo de la esposa del presidente del Gobierno, hasta la de los profesores, pasando por el dinero obtenido de Indra, Google y Telefónica para montar y desarrollar el software de 150.000 euros para medir la huella medioambiental de las pequeñas y medianas empresas. A ese montante hay que añadir un concurso público de 60.500 euros adicionales que obtuvo Deloitte para terminar la última parte del software.
Begoña Gómez niega que se haya apropiado de la aplicación informática, como tampoco ha percibido rédito económico alguno. No obstante, llegó a acuerdos de colaboración para difundir el software entre pymes, como los de la Cámara de Comercio de España, en unión con la Cámara de Zaragoza y la de Cáceres, sin abonar un solo euro en publicidad.
«No sé quién lo ha pagado ni me importa», espetó el rector de la UCM el pasado 1 de junio ante el claustro respecto al coste y el concurso del software concedido a Deloitte Consulting el pasado año. «No se hizo con dinero de la Universidad», afirmó, pese a que la plataforma de contratación de la Complutense computara la partida a la Escuela de Gobierno de la propia universidad. Concretamente, esos 60.500 euros.
LA BANALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL DINERO PÚBLICO
Las contradictorias declaraciones, además, se sucedieron al afirmar «ese software no se hizo con dinero de la Universidad Complutense, se hizo con el dinero de la cátedra que tuviera que pagar el que sea, que yo no lo sé ni me importa», tal y como recogió El Mundo. Es decir, que el concurso público y la donación de 150.000 euros en especie era un tema completamente ajeno a la propia universidad, a pesar de la debida diligencia y responsabilidad que deben salvaguardar quienes gestionan dinero público.
En su segunda declaración, Goyache afirma que «la cátedra no se firmó con la señora Begoña Gómez, se firmó con dos instituciones y luego la comisión mixta de seguimiento que tenemos la universidad y las dos entidades eligieron a la señora Gómez como directora de la cátedra». De nuevo, la versión desmentida por los integrantes con voz y voto dentro de esa comisión. Todas ellas hacen referencia al convenio, que recoge expresamente que el cargo de director o directora corresponde única y exclusivamente al rector. El documento deja en evidencia al rector y daña la imagen de la Complutense, pero Goyache se aferra al puesto como un clavo ardiendo.
En el mismo docuemnto, el entonces vicerrector de Relaciones Institucionales, Juan Carlos Doadrio, aparece como delegado del rector, pero él no firma el fichaje de Begoña de Gómez ni tampoco se estipula en el convenio que deba ser la mujer del presidente del Gobierno quien deba ocupar el cargo en la cátedra extraordinaria. Nada más lejos. Tan sólo se señala las labores de la directora y los requisitos que debe cumplir, pero no se incluye con nombre y apellidos.
REALE SEGUROS Y LA FUNDACIÓN LA CAIXA DESMONTAN A GOYACHE
Doadrio, Reale Seguros y Fundación La Caixa han desmentido completamente la versión del rector. «No la conocíamos» y «la propuso el rector», son las respuestas más reiteradas. Asimismo, ambas empresas se han desligado de la cátedra extraordinaria de Begoña Gómez, creada ‘ad hoc’ para ella tras traer en especie esos 150.000 euros a la Complutense.
El lío, además, es más enrevesado. Begoña Gómez afirmó que el software no lo puso a su nombre y la Complutense ha preguntado en Industria quién patentó dicha herramienta informática. ¿En manos de quién está? Esa respuesta deberá resolver el Ministerio de Jordi Hereu ahora. No se descartan sorpresas de última hora al respecto.
Begoña Gómez o la Complutense tienen hasta el mes de septiembre para solicitar una renovación de la cátedra, tal y como estipula el convenio. La esposa de Pedro Sánchez busca nuevos patronos para poder continuar la cátedra, pero tendrá muy difícil atraer alumnos dado el escaso tiempo que tendría entre que entra la renovación y se abre la prescripción, por ahora cerrada.
BEGOÑA GÓMEZ Y LA FINANCIACIÓN DE LA CÁTEDRA
Asimismo, Begoña Gómez contactó con Reale Seguros y la Fundación La Caixa una vez entregada la misma. Es decir, ya se había creado. Tan solo faltaba buscar a empresas con voluntad de respaldar el proyecto. Por este motivo no aparece directamente su nombre en el convenio, pero sí el nombre de la cátedra. Tampoco se establece una relación de profesores.
Pero los directores de las cátedras extraordinarias deben ser personal de la Complutense, tal y como establece la normativa. Por esta razón, la esposa de Pedro Sánchez debió ser codirectora en todo caso, pero se colocó en su lugar a Juan Manuel Ruano, director de la Escuela de Gobierno de la UCM, el organismo encargado del concurso público que ganó Deloitte.
Doadrio ha mantenido hasta ahora que la colocación de Begoña Gómez fue a instancias de Goyache, una versión que no ha sido desmentida ni por la propia Begoña Gómez ni tampoco por el rector. De hecho, el entonces vicerrector insta al rector a cumplir en todo momento con el reglamento. Si todo está en regla no hay problema, viene a decir tanto a El Mundo como a ABC.
FALTA DE CONTROLES EN LA UCM: NO ES UNA EXCEPCIÓN
El caso de Begoña Gómez no es una excepción ante la más que evidente falta de controles en la Universidad Complutense de Madrid. En 2016, el escándalo de las tesis doctorales cogió a Goyache en el cargo de vicerrector de Posgrado. Ese año, el último para presentar las tesis doctorales para los planes antiguos, se presentaron infinidad de trabajos de pésima calidad, plagiados -algunos de ellos prácticamente fotocopiados de otras tesis presentadas y descargadas de las páginas habituales, como Wikipedia y Rincón del Vago.
Sin embargo, las tesis se aceptaron, mostrando así una ausencia total a la hora de controlar los trabajos presentados. El caso más llamativo fue el de José Luis Málaga, un directivo de la Universidad Camilo José Cela, que se presentó al tribunal con una tesis que había sido defendida años antes por después dimitida directora general de Educación Concertada de la Comunidad de Madrid, Concepción Canoyra. El extenso escrito se descargó directamente del Rincón del Vago, una de las webs más saturadas de trabajos y tesis en España. Era la primera vez que un tribunal validaba dos doctorandos con la misma tesis. Goyache se comprometió entonces a endurecer y afinar los controles.