¿Sabías que puedes bajar de peso si sales a caminar justo después de comer? Contrario a lo que muchos piensan, hacer un poco de ejercicios de baja intensidad después de comer no es malo, por el contrario puede ayudarte a tener un mejor control de peso y a tener otros beneficios en la salud en general.
Hacer una caminata que vaya de los 10 a los 30 minutos después de terminar la comida es ideal para activar diversos aspectos del organismo. Es común que las personas tomen una siesta o se queden un rato reposando frente a la mesa después de terminar sus alimentos, sin embargo la ciencia ha demostrado que esta no es la mejor alternativa.
Bajar de peso, uno de los beneficios de caminar después de comer
Una técnica ideal para bajar de peso es la caminata después de una comida, esto se debe a que el metabolismo se activa, lo que significa que existe una mayor quema de calorías y esto puede contribuir en la pérdida de peso o en el mantenimiento de un peso saludable de forma efectiva. Esto no significa que debamos hacer un ejercicio intenso después de comer, simplemente es necesario hacer una caminata que active al organismo de mejor manera.
Pero perder peso no es el único beneficio, las caminatas después de comer puedes facilitar la circulación sanguínea, esto ayuda a reducir la presión arterial y disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Además, el movimiento muscular durante la caminata es una forma de fortalecer al corazón y mejorar el bombeo de la sangre. En este sentido, este simple ejercicio puede convertirse en un método para mantener una buena salud cardíaca.
No solo bajar de peso, las caminatas puede evitar picos de glucosa
Terminar de comer e ir a caminar también puede ser beneficioso para personas con resistencia a la insulina, ya que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, evitando que se desaten picos de glucosa que pueden provocar la diabetes tipo 2, así como otros problemas de salud. Igualmente, esta actividad física aumenta la sensibilidad a la insulina que es la hormona que regula el uso de glucosa por parte de las células.
Además, una caminata de bajo ritmo, no solo ayuda a bajar de peso, sino que puede ser de gran ayuda para mejorar la digestión y tener mayor salud mental. Al tratarse de un ejercicio simple que no requiere de mucho esfuerzo y tiempo, puede convertirse en un hábito ideal para tener un descanso a mitad del día y retomar las actividades con más energía y motivación.
