La mujer maniquí no es parte de una historia de ciencia ficción sino que existió en realidad. La mujer maniquí tiene nombre y apellido y es la protagonista de una macabra historia que recorrió el mundo.
Se trata de Margaret Jackson, quien irrumpió en un hospital de California provocando el terror y el estupor de los médicos que la atendieron. Su apariencia era bien extraña y nadie se animaba a atenderla, debido a su gesto adusto y aterrador.
Qué pasó con la mujer maniquí
Margaret Jackson apareció en un hospital Cedars-Sinai, en Los Ángeles, California, vistiendo sólo ropa interior cubierta de sangre y sin decir una sola palabra. Su aspecto era tan llamativo que, cada médico o enfermero que quería atenderla, experimentaba una sensación de pavor y malestar inexplicable. Su cara era rara: su rostro era liso y no tenía cejas. Su aspecto era tan desagradable que los médicos no podían atenderla porque tenía un ratón entre sus dientes, que estaba siendo presionado por su mandíbula. Lo único que ellos querían era cedarla y controlarla.
Una vez que estuvo internada, los especialistas decidieron darle un calmante para que se durmiera pero ella se defendió con una fuerza extrema y extraña para una mujer de su contextura. Sus dientes permanecían apretados y tenían una forma poco común: eran largos y agudos, como los de un animal. En el intento por calmarla, dos médicos se subieron sobre ella para sostenerla pero la mujer maniquí logró zafarse y atacar a uno de los médicos, mordiéndole la yugular. Tras esto, Jackson le dijo al doctor una frase aterradora: “soy el demonio”.
La Pascualita, otra historia de una mujer que se convirtió en maniquí
Aunque el caso de Margaret Jackson conmovió al mundo, la historia de La Pascualita también generó pavor y estupor en su época. Este relato pertenece a la vida de una mujer joven que, antes de casarse, falleció por la picadura de una araña “viuda negra”. Consumida por esta tristeza su mamá, Pascuala Esparza, decidió transformarla en un maniquí para convertirla en la leyenda más escalofriante de México. La mujer decidió exponer a su hija vestida de novia en la vidriera de su negocio para que todos puedan recordarla.
La Pascualita, como la llaman los habitantes de Chihuahua, es un verdadero atractivo en la zona. Su cuerpo se encuentra en una vitrina y, aunque muchos creían que se trataba sólo de una creación de porcelana, con el tiempo descubrieron que se trata del cadáver de la joven que falleció hace mucho tiempo.