Después de casi una década de desarrollo, los soldados de Estados Unidos han comenzado a recibir las primeras unidades de rifles y ametralladoras ligeras de nueva generación, que sustituirán a las utilizadas durante más de seis décadas.
Según informa la publicación militar The Warzone, el 1er Batallón del 506º Regimiento de Infantería, perteneciente a la 101a División Aerotransportada en Fort Campbell, Kentucky (Estados Unidos), ha recibido los nuevos rifles M7 y las ametralladoras ligeras M250.
Estas armas no solo introducen nuevas capacidades letales y de sigilo, sino también un nuevo calibre de munición.
El 28 de marzo, el Ejército de Estados Unidos equipó al batallón con los rifles M7 y las ametralladoras ligeras M250, fabricadas por Sig Sauer.
Estos forman parte del sistema de armas de escuadrón de próxima generación (NGSW), que utiliza un calibre de 6,8 mm. Según el Pentágono, esta iniciativa es clave para modernizar y mejorar las capacidades de combate de la infantería.
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Las nuevas armas fueron diseñadas y fabricadas por Sig Sauer, tras un proceso de pruebas y selección que comenzó en 2017 y culminó en abril de 2022.
Los prototipos fueron sometidos a extensas pruebas de campo para obtener la opinión de expertos militares del Ejército de Estados Unidos, centrando el desarrollo en la fiabilidad, durabilidad y rendimiento.
La introducción del M7 y el M250 se retrasó hasta que los fabricantes pudieron garantizar el suministro adecuado de la nueva munición de 6,8 mm para fines operativos y de entrenamiento.
Tras el despliegue inicial con el 1er Batallón del 506º Regimiento de Infantería, el Ejército de EE.UU. planea ampliar la distribución del sistema NGSW, comenzando con una brigada acorazada de la Guardia Nacional en mayo, y posteriormente extendiéndolo gradualmente a todas las unidades del Ejército.