Corea del Sur reanudó sus campañas de propaganda con altavoces dirigidos al Norte, en respuesta al lanzamiento de más de 300 globos cargados de basura desde Pyongyang.
Esta medida se produce en un contexto de crecientes tensiones entre ambas Coreas, con analistas advirtiendo sobre el riesgo de escaramuzas militares.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, suspendió el martes un acuerdo militar de distensión firmado en 2018, tras los lanzamientos de globos con desperdicios, incluyendo colillas de cigarrillos y excrementos de animales, por parte de Corea del Norte.
Este pacto, creado para reducir las tensiones y evitar una escalada militar a lo largo de la frontera, quedó anulado.
La suspensión del acuerdo permite a Seúl reanudar ejercicios militares y campañas de propaganda con altavoces en la frontera, una técnica que data de la guerra de Corea (1950-1953).
En respuesta, Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong Un, advirtió sobre una «nueva respuesta» y una «situación muy peligrosa» si Corea del Sur continúa con sus provocaciones.
1Corea del Sur confirma respuesta al Norte
El Estado Mayor Conjunto de Seúl confirmó una transmisión por altavoz el domingo y declaró que futuras acciones dependerán de Corea del Norte. La oficina presidencial de Corea del Sur calificó esta medida como una «respuesta correspondiente» a los globos de basura lanzados por el Norte.
Seúl afirmó que estos mensajes, aunque incómodos para el régimen de Kim Jong Un, llevarán «luz y esperanza» a los ciudadanos y soldados norcoreanos.
El análisis de los globos enviados desde el Norte mostró que no contenían sustancias peligrosas, sino papeles y plásticos de desecho.
Las campañas de propaganda de Seúl incluyen mensajes contra el régimen norcoreano y música de K-pop, transmitidos a través de altavoces cerca de la zona desmilitarizada.
Estos mensajes irritan a Pyongyang, que ha amenazado con disparar a los altavoces. Cheong Seong-chang, del Instituto Sejong, advirtió que la reanudación de estas transmisiones podría conducir a un conflicto armado, con posibles disparos en el mar Amarillo o ataques a los globos.
A finales de mayo, Corea del Norte intentó interferir con la señal GPS para frenar la actividad militar surcoreana, sin éxito. Según expertos, es probable que Pyongyang intensifique sus provocaciones en el mar Amarillo en respuesta a las acciones de Seúl.
