Un niño desapareció en el bosque y su vida cambió para siempre. El niño se llama Ryker Webb y tenía apenas 3 años cuando sucedió el hecho que lo tiene como protagonista. No sólo su rutina se transformó, sino que también su rostro: quienes lo encontraron descubrieron que su cara tenía una expresión extraña.
El caso de Ryker Webb se hizo popular en redes sociales y muchos se preocuparon por cómo la apariencia del niño se había transformado. Este incidente ocurrió en junio de 2022 cuando el pequeño se perdió en el bosque, pero fue hallado dos días después en perfectas condiciones.
Por qué el rostro del niño no volvió a ser el mismo
Ryker Webb se convirtió en viral por su caso y su historia recorrió las redes sociales. Una vez que lo hallaron, Ryker estaba en buenas condiciones de salud pero su mirada decía lo contrario: la expresión de su rostro había cambiado por completo y ya no tenía la tez relajada, ni tierna de un niño de su edad.
El pequeño vivió durante dos días perdido en el bosque, en una zona de alta densidad montañosa y con un clima que puede alcanzar los 4 °C de temperatura. En ese lugar, también son frecuentes las tormentas eléctricas y la presencia de depredadores como osos y leones de montaña. Es por esto, que los investigadores se preguntan qué fue lo que pasó con él y cómo logró estar en buenas condiciones ante esta adversidad.
Qué pasó con el niño: la teoría de la «mirada de las 1.000 yardas»

Una vez que el caso del niño logró trascendencia, el gesto de su rostro y su mirada fueron motivo de análisis. Al parecer, Ryker atravesó una situación traumática que le provocó este gesto que, en psicología, se denomina “La mirada de las 1.000 yardas”. Esta característica se da cuando una persona adquiere un gesto inerte, perplejo y desenfocado por haber atravesado una situación fuerte, que lo marcó de por vida. Esta mirada es la que se asocia a los soldados quienes, por su condición, atravesaron escenas y situaciones que podrían haberle generado este síntoma traumático.
En medio de la investigación por Ryker Webb, los policías que se hicieron cargo del caso descubrieron inconsistencias en el relato de la familia. En principio, resaltaron que los padres no hicieron la denuncia inmediatamente y también descubrieron que en los sitios donde había estado el niño, se habían movido piedras de gran tamaño, algo imposible para un pequeño. Ryker logró dar su breve testimonio y aseguró que estuvo en una “casa” por lo que alguien fue quien acompañó al niño en su travesía de dos días.