Ciudadanos ha puesto fin a su andadura en el Parlamento Europeo tras los comicios celebrados el pasado domingo. La formación no ha logrado obtener ningún escaño, confirmando así su fracaso en las elecciones europeas y precipitando su práctica desaparición del panorama político. Este nuevo varapalo se suma a la pérdida de representación en todas las instituciones a nivel nacional y autonómico.
De la cima al abismo: el fin de un proyecto
A pesar de una campaña centrada en la importancia de la Unión Europea y en la necesidad de un partido que defendiera los intereses de los ciudadanos desde una perspectiva europeísta, Ciudadanos no ha logrado convencer al electorado. Los resultados, con poco más de 120.500 votos, evidencian una caída en picado respecto a los comicios de 2019, cuando la formación liderada por Luis Garicano obtuvo siete escaños y más de 2.700.000 votos.
Este fracaso sin paliativos confirma el declive imparable que ha experimentado Ciudadanos en los últimos años. Un declive marcado por una crisis interna, decisiones estratégicas cuestionables y la pérdida de confianza del electorado.
Los errores estratégicos que marcaron el destino de Ciudadanos
Tras su éxito en las elecciones generales de abril de 2019, donde se convirtieron en la tercera fuerza política, Ciudadanos inició un camino marcado por errores estratégicos que minaron su credibilidad y alejaron a sus votantes. La repetición electoral de noviembre de ese mismo año supuso un punto de inflexión, con una pérdida significativa de votos y escaños.
A partir de ese momento, la formación no logró recuperar la confianza del electorado. La fallida moción de censura en Murcia, la pérdida de representación en diferentes parlamentos autonómicos y las luchas internas terminaron por desgastar la imagen del partido.
El intento de refundación llevado a cabo en los últimos años no ha logrado revertir la situación, culminando con la decisión de no presentarse a las elecciones generales del 23J. La debacle en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, donde perdieron la práctica totalidad de su representación, fue la antesala de este último fracaso en las elecciones europeas.
El futuro de Ciudadanos es incierto. Sin representación en las instituciones y con una importante crisis interna, la formación deberá replantearse su estrategia para intentar recuperar la confianza de los ciudadanos.