La mujer que se sometió a radiación y se convirtió en un monstruo: de qué trata el proyecto Abigaíl, el caso más oscuro de Estados Unidos

Una mujer decidió someterse a un proyecto de radiación que conmocionó al mundo. Esta mujer se llamaba Abigaíl y su historia es una de las más misteriosas y cautivantes. Al parecer, ella se sometió a pruebas de radiación en el Área 51, la misteriosa base militar de Estados Unidos desde donde, según mitos y leyendas, se realizan los más diversos experimentos.

En esta base militar de Nevada, Estados Unidos, las versiones sobre proyectos insólitos fueron moneda corriente en la época y muchas personas aseguran que no podrían volver a entrar allí. Debido al hermetismo con que el gobierno de Estados Unidos se maneja con respecto a este sitio, poco se sabe de la verdadera existencia del Proyecto Abigaíl, que involucra a una joven que eligió ser el “conejillo de indias” de un experimento macabro.

La historia de la mujer que se convirtió en monstruo

Tal como cuenta la leyenda, en el Área 51 se realizaban estudios peligrosos con radiación y Abigaíl Western, la hija de uno de los científicos más importantes y destacados del Área 51, el profesor Albert Western, fue quien decidió someterse a estos experimentos sin saber las causas atroces que podrían generar en ella.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Western eligió someter a los efectos de radiación a los humanos y decidió que fuera Abigaíl quien lo ayudara. La joven universitaria decidió ayudarlo, debido al interés que le generaba el trabajo de su padre. Lo cierto es que este proyecto terminó por arruinarla y, tras dos años de someterse a los efectos de la radiación, su cuerpo se deformó por completo y la convirtió en un monstruo. La mujer tenía la piel arrugada, los dientes desproporcionados, perdió la capacidad de razonar y actuaba solo por instinto.

Qué pasó después con el proyecto Abigaíl y la mujer que se convirtió en monstruo

Qué pasó después con el proyecto Abigaíl y la mujer que se convirtió en monstruo

El proyecto Abigaíl fue tan macabro como ambicioso y generó en Albert Western consecuencias irreparables. El científico siguió estudiando a la mujer, su propia hija, y vio la evolución de su deterioro que la convirtió en dependiente de las medicinas. El plan no tuvo un final feliz para Western, quien se quitó la vida tiempo después cuando descubrió el daño irreparable que le había hecho.

Tal como cuenta la leyenda, el papá de Abigaíl dejó una nota a sus colegas y pidió que no maten a la mujer, que no se deshagan de ella, sino que intenten recuperar su cuerpo. Sin embargo, los militares de entonces no hicieron caso a los designios de Western y dejaron a la mujer que muera de hambre. En la actualidad, su imagen sigue siendo una leyenda y los más supersticiosos aseguran que Abigaíl sigue viva en Área 51 donde se escuchan gritos y sonidos guturales por las noches.