Una nave espacial china aterrizó en la cara oculta de la Luna, el pasado domingo, con el objetivo de recoger muestras de suelo y rocas. Este esfuerzo podría revelar información crucial sobre las diferencias entre esta región inexplorada y la cara visible, que es más conocida.
El módulo de alunizaje tocó suelo lunar a las 6:23 (hora de Pekín) en la cuenca del Polo Sur-Aitken, un enorme cráter, según informó la Administración Espacial Nacional de China.
Esta misión, parte del programa de exploración lunar Chang’e, es la sexta de su tipo y la segunda diseñada para traer muestras, siguiendo la exitosa misión de Chang’e 5 en 2020.
2Detalles de la misión de China
En esta misión, el módulo de aterrizaje de China utilizará un brazo mecánico y un taladro para recolectar hasta 2 kilogramos de material superficial y subterráneo en aproximadamente dos días.
Luego, un ascensor en la parte superior del módulo transportará las muestras en un contenedor al vacío hasta otro módulo en órbita lunar. El contenedor se transferirá a una cápsula de reentrada que regresará a la Tierra, aterrizando en Mongolia Interior hacia el 25 de junio.
Las misiones a la cara oculta de la Luna son particularmente desafiantes debido a la necesidad de un satélite de retransmisión para mantener las comunicaciones, y el terreno accidentado dificulta el aterrizaje.
La cuenca del Polo Sur-Aitken, con 13 kilómetros de profundidad y un diámetro de 2,500 kilómetros, es el cráter de impacto más grande y antiguo de la Luna, potencialmente ofreciendo la información más antigua sobre su formación.