Históricos apoyos y de antiguos simpatizantes de Euskal Herria Bildu en el campo cultural (Bernardo Atxaga, ‘El Drogas’, Fermin Muguruza, Joseba Sarrionandia, Karra Elejalde o Itziar Ituño) han participado en la firma de un manifiesto de 150 personas del mundo de la cultura vasconavarra en favor de que las juventudes de los de Arnaldo Otegi, Ernai, dejen de impedir que formaciones juveniles como su escisión Gazte Koordinadora Sozialista coloquen txosnas o participen en la organización de actividades en las fiestas de Bilbao o Vitoria.
En Euskadi y Navarra se conocen como ‘txosnas’ los puestos callejeros en los que diversos colectivos ponen música y venden bebida con el ánimo de financiar diversas actividades. «Nosotras también somos y queremos ser parte de las fiestas populares, por lo queremos trasladar públicamente esta preocupación y abrir vías para solucionar la situación», señalan los colectivos vetados por los cachorros de Bildu.
las fiestas populares deberían ser un espacio para que cada uno, con su carácter y sus reivindicaciones, pueda disfrutar y celebrar, con tolerancia mutua
Los firmantes señalan que «las fiestas populares deberían ser un espacio para que cada uno, con su carácter y sus reivindicaciones, pueda disfrutar y celebrar, con tolerancia mutua» y por ello «se debe contar con cualquier grupo que esté dispuesto a colaborar respetando las normas de convivencia».
«Las fiestas populares son un bien cultural gracias a la labor de un sinfín de personas y grupos con diferentes trayectorias. Desde el respeto a la diversidad, por encima de sus diferencias ideológicas, intentan construir un ambiente festivo alegre, participativo e inclusivo», añaden.
El conflicto nació en las fiestas de San Juan de 2022 en el municipio guipuzcoano de Hernani y continuó en diversos festejos vascos por la negativa de Ernai y los satélites de Euskal Herria Bildu a permitir que otros colectivos abertzales dispusieran de espacios públicos en los que distribuir su mensaje o financiarse.
EHKS, ENFRENTADA A EH BILDU
GSK son las juventudes de Euskal Herriko Kontseilu Sozialista, que es organización que ha surgido de una escisión del grupo juvenil ligado a Sortu, Ernai, al diferir del giro socialdemócrata y pacifista liderado por Arnaldo Otegi.
Euskal Herriko Kontseilu Sozialista, que por ahora no se presenta a las urnas, nació de la suma de 4 grupos, ATA (Amnistia ta Askatasuna), HB (Herritar Batasuna), GKS (Gazte Koordinadora Sozialista) e Ikasle Abertzaleak, muy críticos con EH Bildu.
Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS) ha asegurado que no siguen «el modelo de los partidos políticos profesionales», ya que «su deber, como lo ha sido hasta ahora, consistirá en ofrecer herramientas políticas a la clase trabajadora para que cada vez más gente se una a la organización socialista».
Su intención es ponerse en marcha «fuera de los esquemas organizativos y de principios que reproducen los partidos burgueses, de PNV o PSN hasta EH Bildu. No se puede desarrollar una organización independiente bajo la lógica e instituciones de los estados capitalistas, ni desarrollar programas independientes mientras la política se siga pensando sólo en parámetros institucionales y en los límites del capitalismo».
GKS, MUY ALEJADA DE OTEGI
GKS se creó en 2019 al calor de la mezcla, según ellos, de «la crisis capitalista y el cambio de rumbo de la izquierda abertzale. Es decir, en un proceso en el que la crisis capitalista ha abonado el terreno para la proletarización y donde la izquierda abertzale se ha constituido como partido estatal que defiende prioritariamente los intereses de una parte de la clase media, situándose como punto de apoyo del PNV y del orden institucional».
«La proletarización ha contribuido en la emergencia de la conciencia de clase en ciertos sectores de la sociedad vasca, especialmente en los hijos e hijas del proletariado y de la aristocracia obrera del anterior ciclo político, y ha vuelto a reavivar el interés político sobre la estrategia socialista del proletariado. Este planteamiento no tiene encaje alguno dentro del nuevo paradigma político de la izquierda abertzale, por lo que, el movimiento socialista ha tenido que hacer el camino por su cuenta», añadían.
GKS aseguró que ven «que la estructuración institucional de la izquierda abertzale en Sortu-EH Bildu ha generado un bloqueo político, puesto que ella y todo el universo que le rodea presiona y reacciona sobre la voluntad socialista de construir un movimiento político independiente de clase, mientras que el proceso de proletarización sigue haciendo mella en el conjunto de la clase trabajadora».
