«La amnistía tiene elementos negativos« pero es «imprescindible en términos de equilibrio parlamentario». Así se distanciaba y justificaba la amnistía a inicios de año el secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato.
El barón se ha convertido en un verso suelto para Ferraz al marcar su propio discurso, que parece una mezcla de las últimas posturas de Pedro Sánchez y las del presidente castellano-manchego Emiliano García Page.
Lobato quiere dotar de estabilidad a la antigua Federación Socialista Madrileña y marcar su perfil propio de la mano de un discurso más liberal que el del PSOE estatal en términos económicos que despliega en muchas ocasiones en medios que habitualmente son vetados por La Moncloa y Ferraz.
El líder del socialismo madrileño ha admitido esta semana que la amnistía tiene numerosos críticos en sectores progresistas, pero ha evitado criticarla de plano tal y como hacen otros barones como García Page o Javier Lambán.
UNA DE CAL
Lobato se distancia de Sánchez con la amnistía tras haberse convertido en un fervoroso defensor del presidente del Gobierno cuando éste amago con dimitir a causa de su enfado por los ataques que ha recibido a cuenta de las actividades empresariales de su mujer Begoña Gómez.
«Estoy contento por la reflexión sobre cómo lo podemos hacer mejor en política», aseguró el adversario de la presidenta Isabel Díaz Ayuso tras conocer que Sánchez había decidido mantenerse en La Moncloa.
Días antes, Lobato había promovido una resolución de la Comisión Ejecutiva de Madrid que mostraba «el cariño, la solidaridad y el apoyo de los miles de afiliados y afiliadas socialistas de Madrid» hacia el presidente.
«Las y los socialistas madrileños creemos que sí merece la pena, a pesar de la derecha y la ultraderecha, transformar la vida de millones de personas que hoy disfrutan de un empleo estable, de millones de pensionistas que hoy ven revalorizada su pensión según el IPC, de un millón de jóvenes que hoy disfrutan de la mayor cantidad económica presupuestada en becas, de millones de mujeres que ven cómo se va cerrando la brecha laboral, de tantas y tantas personas que ven los esfuerzos de tu gobierno por la paz en Ucrania y en Gaza, y podríamos seguir líneas y líneas así», añadían.
Alcaldes, alcaldesas y portavoces municipales del PSOE en la región publicaron una resolución incluso más proclive al presidente en la que aseguraban que son «muchos y muchas los socialistas que llevamos años sufriendo los efectos de esta vil maquinaria por lo que entendemos claramente los difíciles momentos que sufre estos días Pedro Sánchez y su familia». «Insultos, bulos, noticias falsas, manifestaciones ilegales, agresiones… la ciudadanía no merece esta clara vulneración de los derechos y libertades fundamentales que ponen en peligro nuestras instituciones y la propia legitimidad de la representación política»., añadían.
Y remataban: «Frente a la falsedad y la mentira, apostamos por la perseverancia y resistencia; frente al fango y el desprestigio, optamos por la convivencia y la transparencia; frente al insulto y las descalificaciones, reivindicamos la humanización de la política y la noble tarea de la representación democrática de todos los ciudadanos y ciudadanas».
LOBATO, ‘ENEMIGO A BATIR’ PARA CERDÁN
Tal y como contó MONCLOA.com el pasado mes de marzo, el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán tiene 2 objetivos a nivel interno: tumbar al madrileño Juan Lobato, «un desleal al que nos equivocamos apoyándolo en las primarias de 2021», dicen desde Ferraz, y hacerse con Aragón, controlada por el expresidente Javier Lambán.
Lobato ya había realizado para entonces algunos comentarios sobre la amnistía que desagradaron a Cerdán, enfadado con la postura del barón madrileño sobre materia fiscal o por sus continuas entrevistas en ‘medios antisanchistas’.
Cerdán, tal y como contó El Mundo, comió con dos dirigentes madrileños críticos con Lobato que podrían unir fuerzas para echarlo en las primarias de 2025: Sara Hernández, ex secretaria general de la FSM y actual alcaldesa de Getafe, y Javier Ayala, eterno alcalde de Fuenlabrada y aspirante a la baronía en 2021 (siendo derrotado por Lobato por el apoyo que éste último recibió del ‘sanchismo’).