La tarta de queso con mousse de piña es una delicia refrescante y fácil de preparar, ideal para cualquier ocasión especial o simplemente para disfrutar en un día caluroso. Lo mejor de esta receta es que no requiere horno, por lo que es perfecta para quienes buscan un postre sencillo y rápido. Su preparación es accesible incluso para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina.
Además, hacerla es una excelente manera de sorprender a tus invitados sin necesidad de complicarte en la cocina. Con ingredientes sencillos y un poco de tiempo en el refrigerador, obtendrás un postre que combina la cremosidad del queso con el sabor refrescante de la piña, perfecto para cualquier momento del año. Aquí te explicamos paso a paso cómo hacer esta tarta de queso con mousse de piña.
Preparación de la tarta de queso con mousse de piña

Para comenzar, debes preparar la base de la tarta de queso con mousse de piña. Utiliza un molde desmontable de 15 centímetros, enmantecado o forrado con papel encerado. Tritura dos paquetes de galletas María hasta obtener una textura arenosa y mézclalas con media taza de mantequilla derretida (125 ml). Presiona esta mezcla en el fondo del molde para formar una base firme y homogénea. Esta base será el soporte perfecto para el cremoso relleno que prepararemos a continuación.
El relleno de la tarta combina la suavidad del queso crema con la dulzura de la leche condensada y el toque tropical del yogur de coco (o yogur natural, si prefieres). En un bol, bate 250 gramos de queso crema hasta que esté suave y esponjoso. Añade 200 ml de leche condensada y 150 ml de yogur, mezclando bien hasta integrar todos los ingredientes. Para darle el toque especial de piña, añade 200 gramos de piña en conserva cortada en pequeños cubos. A continuación, bate 200 ml de nata para montar hasta obtener una consistencia firme, con picos. Incorpora la nata montada al relleno de queso y piña con movimientos envolventes, para mantener la esponjosidad de la mezcla.
Un paso importante para que quede el relleno firme

El siguiente paso es preparar la gelatina sin sabor. Hidrátala según las indicaciones del envase y, una vez lista, añádela al relleno mezclando de forma envolvente para evitar que se pierda el aire incorporado durante el batido. Esta gelatina ayudará a que la tarta de queso con mousse de piña mantenga su forma y tenga una textura firme al cortarla. Vierte el relleno sobre la base de galletas en el molde, alisando la superficie con una espátula.
Finalmente, refrigera la tarta durante al menos dos horas, o hasta que esté bien cuajada. Antes de servir, puedes decorar con rodajas de piña para darle un toque de frescura y color. Esta tarta de queso con mousse de piña no solo es deliciosa, sino también muy atractiva a la vista. Sirve bien fría y disfruta de cada bocado de este postre ligero y tropical.