Una máquina de agua potable puede ser la solución a una problemática urgente. Una empresa española logró lo que pocos pueden y desarrolló esta máquina que puede extraer hasta 5 mil litros de líquido por día.
Enrique Veiga, un ingeniero de 82 años español, fue quien ideó este invento en el que se puede crear agua del viento y este sistema funciona en diversas partes del mundo donde la sequía también es un problema. Con la empresa Aquaer se logró suministrar agua limpia y segura a comunidades de Namibia y a un campo de refugiados libanés.
Cómo es el funcionamiento de la máquina que crea agua
La empresa Aquaer utiliza una tecnología similar a la de los aires acondicionados para extraer hasta 5 mil litros de agua por día, ofreciendo una solución vital en áreas donde el agua es la mayor necesidad. «En las aldeas que visitamos en Namibia, estaban asombrados, no entendían, preguntaban de dónde venía el agua», contó su creador.
Esta máquina utiliza la electricidad para condensar el aire hasta que se forme agua y funciona en lugares donde la humedad es baja, como el desierto. La particularidad de esta maquinaria es que, contrario a lo que sucede con otros artefactos del estilo, éstas funcionan con temperaturas de hasta 40 Cº(104F) y pueden soportar una humedad de entre el 10 % y el 15 %.
Una máquina de agua que puede salvar vidas
La falta de agua potable puede generar un impacto ambiental severo y también complicaciones en la salud. Tal como reveló el creador Enrique Veiga, su máquina logró trabajar en ambientes con temperatura de 45 Cº y humedad relativa del 8 % por lo que un artefacto pequeño puede producir entre 50 y 75 litros al día y transportarse fácilmente en un carrito, aunque la versión más grande de este instrumento produce miles de litros diarios.
«Nuestra idea no es solo hacer un aparato que sea eficaz, sino también que sea útil para la gente que tiene que caminar kilómetros para buscar agua o hacer pozos», explicó Veiga en una antigua entrevista donde resaltó la importancia de su máquina de agua en comunidades del Líbano. La experiencia en estos sitios ha sido exitosa y logró adeptos: un refugiado vietnamita, Nhat Vuong, quiso sumarse a la iniciativa de este innovador artefacto de agua y fundó una organización sin fines de lucro, Water Inception, que llevó una máquina que produce 500 litros al día a un campo de refugiados cerca de Trípoli (Líbano), logrando así aliviar a estas comunidades de un desastre ambiental mayor.