Era un viernes por la noche a las 21 horas y estábamos en una situación complicada. La carnicería estaba a punto de cerrar y no teníamos nada en casa para preparar la cena. Imagínense el panorama, la noche se antojaba larga y sin opciones. Sin embargo, en un acto de amabilidad, uno de los vendedores se apiadó de nosotros y nos preguntó qué es lo que deseábamos. Este gesto inesperado sería el principio de una receta que los sorprendería gratamente.
3Del solomillo perfecto a la deliciosa combinación: un plato sorprendente con lomito de cerdo, salsa de uvas y papas aplastadas
Nosotros teníamos algo claro en mente, obtener una carne sin grasa ni tendones, una que fuera realmente saludable y deliciosa. Cuando el vendedor mencionó el «solomillo», sus ojos se iluminaron con emoción. Este corte de carne, conocido por su ternura y sabor, parecía ser la solución perfecta. Lo que los sorprendió aún más fue el precio, que resultó ser un treinta por ciento más bajo que el de la aristocrática carne de res. Sin dudarlo, exclamaron «¡Deme dos!»
Con el solomillo de cerdo en mano, nos encaminamos a casa, tratando de contener nuestro entusiasmo. Durante el trayecto, comenzamos a imaginar las infinitas posibilidades culinarias que este corte de carne les ofrecía. Sabían que querían prepararlo de una manera especial, que resaltara su frescura y sabor.
