El Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirmó la construcción de una nueva bomba nuclear de gran potencia, destinada a sustituir las antiguas B61-7, las principales armas termonucleares del arsenal estadounidense tras la Guerra Fría.
Con más de 3,700 cabezas nucleares, Estados Unidos se posiciona como la segunda mayor potencia nuclear, solo detrás de Rusia, que posee 5,997.
A pesar de la significativa reducción en el número de bombas nucleares desde la Guerra Fría, los políticos estadounidenses siguen confiando en su capacidad de disuasión, especialmente en el actual contexto de inestabilidad geopolítica.
«El anuncio refleja un entorno de seguridad cambiante y las crecientes amenazas de adversarios potenciales», declaró el Subsecretario de Defensa para Política Espacial, John Plumb.
«Estados Unidos tiene la responsabilidad de seguir evaluando y desplegando las capacidades necesarias para disuadir de forma creíble y, en caso necesario, responder a ataques estratégicos y asegurar a nuestros aliados», añadió Plumb.
Características de la nueva bomba nuclear B61-13
El desarrollo de la bomba nuclear B61 comenzó en la década de 1960 en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México.
Desde entonces, se han fabricado varias versiones de este modelo, incrementando su potencia hasta alcanzar los 360 kilotones en la nueva B61-13. Esta bomba será 24 veces más potente que la lanzada sobre Hiroshima y 14 veces más que la de Nagasaki.
Hans Kristensen, experto en armas nucleares de la Federación de Científicos Estadounidenses, informó a Defense News que la nueva bomba nuclear incorporará las mismas cabezas nucleares de las B61-7 de las décadas de 1980 y 1990.
Sin embargo, mantendrá el diseño de la carcasa y el kit de cola de la B61-12, el último modelo desarrollado hasta la fecha.
La B61-13 incluirá mejores sistemas de seguridad y protección, así como un sistema de guiado montado en la cola para una mayor precisión. Aunque será más potente, asemejándose más a la B61-7 con sus 360 kilotones que a la B61-12 con 50 kilotones.
El ejército estadounidense ha indicado que la B61-13 podrá ser lanzada desde aviones modernos, incluyendo el B-21 Raider, el nuevo bombardero invisible más avanzado del mundo, desarrollado en colaboración con Northrop Grumman.