La isla más increíble está en Inglaterra y su carretera puede desaparecer hasta dos veces por día

Una isla puede poseer características misteriosas y espectaculares pero también peligrosas para los visitantes. La isla Holy en Inglaterra posee una singularidad que resalta por el resto de las demás y es que su carretera puede desaparecer hasta dos veces por día.

Para este fenómeno no hay ninguna explicación misteriosa, sino más bien natural y biológica: quienes viven o deciden visitar este lugar deben tomar en cuenta el nivel de la marea para poder transitar con tranquilidad sin correr los mayores riesgos.

Por qué las carreteras desaparecen en la isla Holy

Esta isla, ubicada en Inglaterra, tiene esta singularidad y las autovías de acceso desaparecen dos veces al día. Esto se debe a la baja o la suba de la marea, que hace de su viabilidad una obra de la naturaleza. En esta zona se encuentra el mar del Norte que se eleva en 3.5 y 5.5 metros sobre el terreno circundante, por lo que la carretera cuenta con 5 kilómetros de longitud, los cuales el primer kilómetro es a través del mar.

En realidad, los especialistas aseguran que Holy pierde su capacidad de “isla” porque, cuando la marea baja es posible acceder a ella a pie. Lo cierto es que, los lugareños están al tanto de los horarios en los que la marea les permite el acceso por lo que se manejan con total soltura y libertad en el tránsito. Sin embargo, para aquellos que no conocen estos fenómenos naturales pueden quedar atrapados en este sitio y hasta podrían perder el automóvil.

Como en la isla Holy: otra de las carreteras que desaparecen en el día

Como en la isla Holy: otra de las carreteras que desaparecen en el día

El pasaje de Gois es otro de los sitios que tienden a desaparecer por obra de la naturaleza. Esta es una de las carreteras que se inunda con más frecuencia en el mundo. Está situada en la localidad de Beauvoir-sur-Mer, en la bahía de Bourgneuf, y une la isla de Noirmoutier con el continente de Francia, en el suroeste del país.

Siguiendo esta misma línea, la Isla Shell cumple esta característica. Está ubicada en Gwynedd, en el noroeste de Gales, y es una zona turística y tiene la desventaja de que queda sumergida en el agua dos veces al día. Aunque se han instalado una serie de tuberías para facilitar su drenaje, las condiciones adversas obligan a cerrar la carretera incluso cuando la marea está baja. Además, para circular por esta calzada hay que pagar peaje y estar atento a los cambios climáticos para moverse con tranquilidad.