El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, reiteró su solicitud a los gobiernos europeos para que permitan a Kiev utilizar el armamento enviado por la Unión Europea (UE) para atacar objetivos militares en territorio ruso. Durante una alocución por videoconferencia ante sus homólogos de la UE, Kuleba enfatizó de la urgencia de la situación.
«No hay tiempo para reflexiones, se necesita acción», declaró Kuleba, subrayando la necesidad de «dotar de más sistemas Patriot y otros sistemas modernos de defensa aérea» y de «permitir los ataques ucranianos a objetivos militares en el territorio de Rusia».
La intensificación de los ataques rusos desde su propio territorio, incluidos los recientes bombardeos en la región fronteriza de Járkov que dejaron 17 muertos en un hipermercado, ha llevado a Kiev a renovar sus llamamientos para que se levante la prohibición de usar armamento europeo en suelo ruso.
Kuleba explicó las consecuencias de esta prohibición con la historia de un niño de 8 años que tuvo que donar una muestra de ADN para identificar a su padre, cuyo cuerpo podría estar entre los restos irreconocibles encontrados en el hipermercado atacado. «La suerte de este chico es consecuencia de todas las decisiones demoradas», afirmó el Ministro ucraniano.
1Reacciones a la solicitud de Ucrania
Sin embargo, líderes como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se han mostrado públicamente en contra de levantar esta prohibición, citando temores de posibles represalias rusas.
En contraste, el Reino Unido ha declarado oficialmente que Ucrania puede utilizar su armamento para atacar objetivos militares dentro de Rusia. Estados Unidos, por su parte, ha respondido con ambigüedad a la petición ucraniana.
Desde el inicio de la invasión rusa, los principales aliados de Ucrania han condicionado el envío de armas a que estas no se utilicen para atacar territorio ruso, aunque sí se permiten en los territorios ocupados por Rusia.
Ucrania ha denunciado que esta restricción limita significativamente su capacidad defensiva, impidiéndole neutralizar ataques desde su origen al no poder golpear lanzaderas de misiles, sistemas de artillería o aviones de combate situados en territorio ruso.
