En las últimas horas, Israel ha lanzado un nuevo ataque contra un campamento de desplazados en Rafah, ignorando las exigencias de la Corte Internacional de Justicia. Al menos 45 personas han muerto, la mayoría de ellas quemadas dentro de las tiendas de campaña donde se refugiaban. La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) describió el ataque como «un infierno en la tierra».
La represalia israelí, motivada por el lanzamiento de cohetes contra Tel Aviv, ha generado críticas incluso entre algunos de sus principales aliados. La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, advirtió a Israel que «no va a obtener ningún beneficio ni se liberará a ningún rehén por quemar a la gente en sus tiendas de campaña».
Baerbock subrayó que las órdenes de la Corte Internacional de Justicia son vinculantes y que Alemania actuará contra Netanyahu si se emite una orden de arresto en su contra, como ha solicitado el fiscal de la Corte.
1Francia reacciona al conflicto con Israel
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, también reaccionó, expresando su indignación en la red social X.
«Estoy indignado por los ataques de Israel que han matado a una gran cantidad de refugiados en Rafah. Estas operaciones deben terminar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos y pido que se respete totalmente la legalidad internacional y haya un alto el fuego», escribió Macron.
Diversas organizaciones humanitarias han manifestado su consternación ante el alcance del ataque israelí, que nuevamente ha dejado numerosas víctimas inocentes. Martina Marchio, de Médicos Sin Fronteras, relató desde Gaza que han vivido «una noche sangrienta» y han tenido que atender a decenas de heridos.
El número total de víctimas por la respuesta militar de Israel a los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre ha superado las 36.000.