José Luis Escrivá se convierte en el verdugo de las inversiones tecnológicas en Madrid. La Comunidad es un imán, la potencia y el motor de España en el ámbito financiero, pero también se ha convertido en el núcleo de los centros de datos, imprescindibles en el desarrollo de la inteligencia artificial. Madrid espera que en el próximo lustro lleguen 16.000 millones de euros para este tipo de proyectos, pero el Gobierno de Pedro Sánchez tiene otros planes para implementar esta economía y ninguna medida puesta encima de la mesa favorece al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Por un lado, estos centros de datos necesitan una red eléctrica a la altura. Para Madrid, es un escollo importante porque no hay la suficiente cobertura para abastecer de energía a la Comunidad de Madrid ante los proyectos presentados. «.
En este sentido, Red Eléctrica no ha movido su plan estratégico para albergar la demanda tan elevada en centros de datos a pesar de ser un negocio en auge desde el 2015, con un crecimiento exponencial desde el estallido de la pandemia. Y es que, el tráfico de Internet y el uso de la Inteligencia Artificial se ha disparado.
Cambian las reglas del juego a mitad de partido y en un sector en el que somos líderes
El Gobierno de Pedro Sánchez suma ahora a la asfixia eléctrica una nueva normativa para repartir los centros de datos por toda España, especialmente por Aragón y Extremadura, pero en detrimento de Madrid. Así, Escrivá repartirá 1.500 millones de euros, el 71% del total de los fondos Next Generation, en función de una serie de criterios, como abastecimiento energético, agua y energía renovable instalada. Es decir, favorecer directamente a Aragón frente a Madrid.
EL GOBIERNO DE AYUSO, PREOCUPADO
El asunto preocupa al Gobierno de Ayuso, líder en centros de datos por encima de Cataluña y Andalucía. Según las fuentes de la Puerta del Sol, «es una maniobra deliberada contra Madrid». «Cambian las reglas del juego a mitad de partido y en un sector en el que somos líderes», profundizan. «¿Harían lo mismo si fuera con Cataluña?», reflexionan.
Las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez suponen un freno a la inversión en Madrid, líder en captar no solo el dinero de forma directa sino también atraer a las empresas. Pero, el Ejecutivo socialista inició hace un año una cruzada contra Ayuso por tierra, mar y aire, en todos los frentes posibles y sin ánimo de levantar el pie del acelerador en esta ofensiva. Para los centros de datos se necesitan instalaciones de 50 MW, pero la necesidad de las conexiones y capacidad en la nube hace que se necesite una mayor capacidad.
La primera en meter baza contra Ayuso fue la candidata del PSOE y ministra de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al rechazar proyectos para la instalación de energía, imprescindibles para la instalación de datos. De esta forma, ambos, tanto Ribera como Escrivá, no solo cortan las alas a Madrid, sino que dan mejores opciones a otras Comunidades Autónomas al aplicar criterios que les benefician.
Madrid tiene un retraso considerable en la instalación de energía renovable debido a las propias trabas del Ministerio de Transición Energética, mientras Escrivá se convierte en un «verdugo», el agente que «remata y ejecuta», para «cercenar la inversión», describen las fuentes consultadas.
ESCRIVÁ ‘EJECUTA’ LA INVERSIÓN EN MADRID
Hasta ahora, Madrid había recibido el 80% de la inversión de los centros de datos, pero esta a años luz de otras ciudades europeas. Fráncfurt alberga más del doble, mientras Londres lo triplica.
Las medidas, «como todo lo referente al socialismo», van en contra de la inversión. Si no se pone remedio se corre el riesgo de que España quede aislada y con la ‘X’ puesta a la hora de invertir en este tipo de operaciones. Amazon ya ha mostrado su intención de invertir casi la misma cantidad que percibirá Madrid hasta 2030 en Aragón, pero de seguir esa tónica podría desviar más inversiones a centros neurálgicos.
Buscan eliminar a Madrid a la hora de invertir en vez de ensanchar la red, mejorarla y transformarla. Vamos en la dirección opuesta
Para Escrivá es imprescindible repartir y distribuir estos centros de datos por España, pero no lo hará de forma equitativa, sino en función del agua -estos centros son ultraintensivos en esta materia prima– y la energía disponible.
A pesar de que la red eléctrica en Madrid se está saturando, no hay medidas para aumentar esta capacidad, sino lo contrario. «Buscan eliminar a Madrid a la hora de invertir en vez de ensanchar la red, mejorarla y transformarla. Vamos en la dirección opuesta», destacan. Así, una veintena de proyectos se ha quedado en vía muerta, más cuando no hay tampoco visos de que se vaya a invertir dado el plan estratégico de la propietaria de la red.