Aunque suene un poco a teorías de la conspiración, lo cierto es que el ser humano cuenta con la tecnología avanzada para crear nubes y provocar lluvias a voluntad. La siembra de nubes es una técnica meteorológica que se utiliza para estimular la precipitación y, por ende, aumentar la cantidad de lluvia en una región específica. Esta práctica se ha empleado en diversos países para mitigar la sequía, mejorar el suministro de agua y, en algunos casos, reducir la severidad de tormentas de granizo. Aunque no es una solución definitiva a la sequía global, podría llegar a ser una herramienta complementaria para la gestión de recursos hídricos.
3TIPOS DE SIEMBRA DE NUBES
Hay dos tipos principales de siembra de nubes.
- Siembra de nubes cálidas. Se realiza en nubes que contienen gotas de agua líquida a temperaturas por encima del punto de congelación. En este caso, se dispersa sal en la nube, lo que aumenta el número de gotas y promueve la coalescencia, es decir, la unión de pequeñas gotas para formar gotas más grandes que puedan caer como lluvia.
- Siembra de nubes frías. Se lleva a cabo en nubes que contienen agua superenfriada (agua líquida a temperaturas por debajo del punto de congelación). Aquí, se utiliza yoduro de plata o hielo seco, que facilita la formación de cristales de hielo. Estos cristales pueden crecer rápidamente y al caer, derretirse en las capas más cálidas de la atmósfera, lo que provoca que caigan las precipitaciones.