El nuevo producto de Humane no para de generar opiniones, y es que si bien es cierto que casi todos los dispositivos tecnológicos tienen un propósito real y funcional, que por lo general va dirigido a hacernos más fácil el día a día, lo que provoca que no haya un gran éxito comercial en algunos casos es que la idea con la que se parte es buena en este sentido pero no se ejecuta de la mejor manera, o que la idea base no es lo suficientemente sólida como para materializarla en un producto completamente útil. A continuación, conocerás cuál de las dos situaciones aplica para el caso del Humane AI Pin.
Humane lanzó al mercado su controversial AI Pin esperando que el público lo acogiera de gran manera y buscando cambiar por completo nuestra forma de vivir cada día. Sin embargo, el golpe que se dieron fue bastante duro y las críticas que han recibido en varias reseñas les ha dado a entender que con su dispositivo consiguieron algo muy diferente a lo que deseaban.
2¿En qué falló Humane?
En teoría, la función del AI Pin no está nada mal: pretende ayudarte lo máximo posible diariamente y hacer que ahorres tiempo y esfuerzo mental y físico. Sin embargo, el gran problema radica en la idea central del producto: buscar reemplazar el móvil, es decir, ¿realmente es necesario que exista un producto que busque reemplazar a los teléfonos inteligentes? Muchas personas piensan que no.
Aunque su técnica y funcionamiento también dejan mucho que desear, el lío principal de este producto definitivamente son las motivaciones de su origen y qué tan necesarias o no resultan sus funciones para los clientes potenciales.
Puede que existan usuarios que realmente vean en el producto de Humane una oportunidad única de optimizar su tiempo y tener un mejor rendimiento a lo largo del día, no obstante, la gran mayoría cree que con su móvil tiene más que suficiente.