En la mañana de este jueves, Emmanuel Macron, presidente de Francia, arribó a Nueva Caledonia para buscar una tregua en este archipiélago francés que está envuelto en medio de disturbios y protestas que completan los 10 días. Hasta el momento, se han registrado seis personas fallecidas y cientos de heridos.
«Mi voluntad es estar al lado de la población para que haya lo antes posible el regreso a la paz, a la calma, a la seguridad», aseguró Macron tras bajarse del avión en el cual viajó desde París por más de 17.000 kilómetros a esta isla situada en el Pacífico, la cual fue colonizada en el siglo XIX.
Además de ello, expresó que no fijó un tiempo límite para su visita y que pretende ser un generador de paz ante el conflicto que se vive, además de tener tiempo para hablar con el Gobierno de Nueva Caledonia, dado que desde París se han mostrado inquietos por la injerencia extranjera en esta crisis, asegurando que Azerbaiyán podría estar ocasionando estos problemas.
1Una reforma fue la causante de protestas en Nueva Caledonia
Una reforma en el censo electoral de Nueva Caledonia, la cual daba importancia de voto a los nativos franceses, fue la que ocasionó la turbulencia política y social que se está viviendo en la isla, dado que se reavivaron las tensiones históricas entre los pobladores originarios canacos, quienes defienden el sentido independentista, y del otro lado están los habitantes franceses.
El tiempo estipulado por el Parlamento francés para ver aprobada esta reforma es a finales de junio. Sin embargo, ante esta situación, no se sabe qué rumbo podría llegar a tomar.
De parte de los canacos, estos han asegurado que el Gobierno francés mintió a «nuestros ancestros con los distintos acuerdos que se firmaron. Estamos hartos que no nos reconozcan». Por lo cual, la batalla que están librando es por ser más visibles a nivel político y tener más injerencia en las decisiones que se toman en sus territorios.