Si eres un amante de la buena pasta, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) te ofrece algunas razones por las que este alimento cuyo ingrediente básico es la sémola no puede faltar en tu dieta diaria.
La variedad de tipos de pastas se extiende en cada menú de restaurante o supermercado, por lo tanto, las opciones son distintas para cada paladar del consumidor. Entre esas, se encuentran Macarrones, fideos, espaguetis, tortellini, entre otras. Que son mezcladas con otros ingredientes para ofrecer un complemento ideal como la carne a la bolognosa, tocino, salsa de tomate u otro aderezo de tu prefrencia que resalte para cualquier comida.
1¿Qué aporta la pasta? esto dice la OCU
Los componentes básicos de este alimento son sémola (harina poco molida) de trigo duro y agua, lo más importante es que esta harina al momento de servir quede consistente o sólida para un mejor disfrute para tu paladar. Cabe destacar que es preferible tener a la mano un trigo duro que un trigo blando, porque el sólido ofrece mejores características que el blando, donde se resalta su resistencia a la masticación y más carotenos que ayudan al anhelado color amarillo.
Entre algunos beneficios de la pasta elaborada a base de harina de trigo según la OCU, se encuentra las grandes porciones de hidratos de carbono (almidón en concreto), las fuentes de proteína, gluten para los que no son alérgicos con su característica elasticidad, y fibra. Además hay micronutrientes como el fósforo y el selenio (minerales) y la tiamina y la niacina (vitaminas).
Una porción de aproximadamente 70g de pasta aporta un 12% a las necesidades energéticas de un adulto suponiendo que necesita (2000 calorias diarias) y un 18% en cuanto a requerimientos de hidratos de carbono.