El PSOE trata de movilizar a los suyos de cara a las elecciones europeas. La estrategia está centrada en un ataque a discreción, pero disfrazado de defensa. El objetivo es contra todo y todos, especialmente contra la derecha. Todo se inició hace dos semanas, cuando el Gobierno, por boca del ministro Óscar Puente, acusó a Javier Milei, presidente de Argentina, de ingerir «sustancias».
Las durísimas palabras tuvieron una inesperada respuesta por parte de Milei, que introdujo a Begoña Gómez en la crisis diplomática. A través de una carta, Milei denunció las «las calumnias e injurias» de Puente, quien, lejos de arrepentirse, aseguró que no lo habría dicho si hubiera sabido la repercusión de sus insultos, pero no pidió disculpas. «Dije lo que dije, no era consciente de la repercusión que iba a tener, si lo hubiera tenido no lo hubiera dicho», afirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado 7 de mayo.
Todo tras la carta de Milei, quien afirmó que el Gobierno de Pedro Sánchez «tiene problemas más importantes de los que ocuparse», como las acusaciones y denuncias contra Begoña Gómez, la inmigración ilegal, los separatistas y unas políticas socialistas que «traen pobreza y muerte». La crisis diplomática se recrudeció a las pocas horas. Guillermo Francos, ministro de Interior de Argentina, pidió el cese de Puente.
EL PSOE, DE LOS INSULTOS DE PUENTE A LLAMAR A CONSULTAS
«Si yo fuera presidente le pediría la renuncia», indicó en dos ocasiones, la segunda con un tono más elevado y en un medio español, como Onda Cero, al tachar las declaraciones del ministro de Transportes como una «falta de respeto» e «irresponsables».
Y es que, Milei es abstemio, no bebe alcohol y tampoco consume drogas ni otras sustancias similares. «Solamente en la mentalidad de un energúmeno puede caber un comentario de ese tipo», respondió la mano derecha de Milei en Argentina.
Antes de la nueva respuesta, José Manuel Albares condenó y rechazó la carta de Milei, al considerar los términos utilizados de «infundados». El ministro de Exteriores no llamó entonces a consultas a la embajadora de Argentina y afirmó que ambos países eran «pueblos hermanos». «El Gobierno y el pueblo español seguirán manteniendo y fortaleciendo sus lazos fraternales y sus relaciones de amistad y colaboración con el pueblo argentino, voluntad compartida por toda la sociedad española», señaló Albares.
Pese a tener una situación más calmada, el ‘diestro’ de Argentina no ha dejado indiferente a nadie en su viaje a España. En su discurso junto a Vox, único partido al que ha saludado en su roadshow por España, Milei también se ha reunido con Antonio Garamendi y los empresarios de la CEOE. No lo ha hecho ni con el Rey ni tampoco con Pedro Sánchez, a pesar de la insistencia de éste. El propio Milei ha dado su respuesta en los mítines de ‘Europa Viva 24’: «A los zurdos no hay que escucharlos».
Lo dejaba muy claro al inicio de su discurso. «No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, digamos ensucia, y se tome cinco días para pensarlo», aseguró el mandatario. No se refirió directamente a Sánchez, pero era un dardo contra el presidente del Gobierno.
EL PSOE Y EL CONTRAATAQUE PERFECTO
El PSOE, no obstante, lo vende como un ataque directo a España. Y la maquinaria se encendió desde el primer minuto. «Se llamó a Vox y Partido Popular, también al resto del arco parlamentario», afirman las fuentes socialistas consultadas. Vox no respondió ni descolgó. El jefe de filas de los conservadores sí se refirió en Twitter a las llamadas.
«Pero… ¿Qué diablos tiene que ver la mujer del presidente con la soberanía y dignidad de España? ¿Qué tipo de broma es la de Albares llamando a los grupos parlamentarios? Nosotros no hemos ni respondido a su ridícula llamada telefónica», afirmó.
En este segundo conflicto diplomático del Gobierno de Pedro Sánchez -el primero fue con Nicaragua por una acusación del Ejecutivo del país latinoamericano sobre una injerencia de España en sus elecciones-, Albares ha llamado a consultas a la embajadora de Argentina, mientras ha ordenado a la embajadora nacional a regresar a España.
Sin embargo, para Abascal no se trata de un conflicto diplomático, menos de un ataque a la soberanía. «No cuando se mencionan la presunta corrupción de la mujer del presidente, y por lo tanto del presidente. Y menos aún cuando tus ministros habían llamado previamente drogadicto al mismo Javier Milei al que ahora quieren amordazar», aseguró. «Anda Pedro Sánchez, tómate otros cinco días de vacaciones para lloriquear pero no montes patéticos numeritos diplomáticos. ¡Viva España! ¡Abajo Sánchez, su corrupción política, sus mentiras y su traición!», apostilló.
LA ESTRATEGIA DEFINIDA DESDE HACE SEMANAS
La estrategia del PSOE es hacer pasar cualquier ataque o respuesta al presidente del Gobierno como si se tratara de toda España. Todo, sin hacer mención al exabrupto de Puente sobre Milei, una desafortunada declaración que ha encendido la mecha de cara a las europeas. Dentro del PSOE apuntan que el mensaje de Puente fue medido y puede provocar una movilización mayor en las europeas, aunque el electorado ha desconectado de la política a tenor de la participación de las últimas elecciones autonómicas de Galicia, País Vasco y Cataluña.
De hecho, los ataques del PSOE se centran ahora en el «silencio del PP» sobre las duras palabras de Milei, que no se mueve un ápice de su discurso. «Madrid ha sido el epicentro de la vergüenza mundial. La ultraderecha ha venido a nuestro país a insultarnos y a vomitar toneladas de odio. No vale lamentarse después; hay que aislarles, denunciarles y frenarles ya. ¿Verdad, Sr. Feijoo?», reflexionó Patxi López.
LA gasolina de Milei, que no se calla ni debajo del agua y muestra un absoluto desprecio a todo lo zurdo
Pero no era solo el PSOE en España el que se moviliza. La Internacional Socialista comparó a Milei con la «política de odio», al tiempo que considera que estos ataques les hacen más fuertes. De esta forma, la gasolina de Milei, que no se calla ni debajo del agua y muestra un absoluto desprecio a todo lo «zurdo», enciende así a los socialistas, que se juegan el ser o no ser en Europa, dominada por ahora por grupos políticos de corte más proteccionista y con un hartazgo generalizado con la actual deriva política de Bruselas, especialmente con el sector primario.
UNA MANIOBRA DE DISTRACCIÓN PARA EL PP
Así las cosas, el PSOE trata de arengar a los suyos con el fin de seguir edificando un muro de contención contra la derecha. En el PP, por su parte, no participará en «esta maniobra de distracción».
En este sentido, apuntan que la llamada de Albares ha sido un «paripé» y recuerdan que fue Puente quien comenzó la crisis diplomática con un aliado como lo ha sido siempre Argentina. Asimismo, instan a Pedro Sánchez a dar todos los detalles que sepa sobre el caso que rodea a Begoña Gómez, más cuando lo explicado hasta ahora «solo genera más dudas». En este sentido, indican que el mensaje de Milei ha ido contra una persona en concreto, no contra España, por lo que consideran «surrealista» este embolado internacional en el que, reiteran, ha metido Puente a España.
