En la actualidad, el ajetreo del trabajo y las responsabilidades cotidianas pueden generar el temido burnout, un tipo de estrés laboral extremo que puede impedir el desarrollo normal de las actividades cotidianas que comúnmente realizamos sin ningún tipo de problemas. Cuando este estado mental se presenta es importante atenderlo y tomar acciones que lo alivien de forma efectiva.
En concreto, el burnout es un estado de agotamiento emocional, físico y mental que es generado por el estrés laboral crónico o excesivo. Algunos lo describen como una sensación de estar «quemado», lo que significa que hay un desgaste y una falta de energía incontrolable. Esto suele venir acompañado de una intensa falta de motivación, baja productividad y poca satisfacción laboral.
Estas son algunas señales del burnout
En primer lugar, el burnout suele iniciar con un cansancio constante. Incluso, cuando hay un descanso suficiente, el agotamiento físico y mental se mantiene, además no hay energía para hacer actividades que anteriormente se disfrutaban. Por otro lado, existe una constante irritabilidad y cambios de humor, esto se debe a una fuerte dificultad para regular las emociones, lo cual viene acompañado de frustración y constante enojo tanto en el entorno laboral como fuera de este.
Igualmente, la desmotivación y pérdida de interés por el trabajo es una característica importante cuando se presenta el burnout. Las personas experimentan un desinterés y falta de pasión por lo que hacen, esto suele venir con una evasión de las responsabilidades que antes se podían cumplir sin ningún tipo de problema. Cada una de esas sensaciones son señales de alarma que deben atenderse rápidamente, ya que pueden poner en riesgo tanto la salud mental en general, como la estabilidad laboral.
¿Cómo combatir el burnout?
Lo primero que debemos hacer cuando empezamos a experimentar este tipo de sensaciones es identificar cuáles son aquellos aspectos del trabajo que generan mayor estrés y buscar las soluciones para reducirlo o eliminarlo. Además, es necesario establecer límites tanto en el ámbito laboral como en el personal para reducir la carga innecesaria y tener espacios que sean dedicados únicamente para ti y tu bienestar, esto implica incluir actividades relajantes que puedas disfrutar y ayuden a desconectar tu mente de las responsabilidades.
Además de encontrar soluciones y tomar los tiempos de descanso necesarios, es muy recomendado buscar ayuda profesional con un especialista en el área de psicología, ya que puede convertirse en un guía para controlar las emociones, entender cuáles son aquellos factores que detonan mayor estrés y ayudarte a disfrutar de esos momentos en los que el trabajo no es prioridad.